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La Policía ha detenido hoy al excomisario José Manuel Villarejo, sospechoso de los delitos de cohecho, organización criminal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y blanqueo de capitales dentro de una operación llevada a cabo por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional en la que han sido apresadas varias personas más.
El comisario principal Carlos Salamanca, exresponsable de la Comisaría del aeropuerto de Barajas, y la mujer de Villarejo han sido detenido junto al excomisario.
La Fiscalía Anticorrupción coordina esta operación contra la corrupción en el marco de una investigación que tiene por objeto el desmantelamiento de una organización criminal cuyo principal objetivo es la reintroducción en España, y otros países de la Unión Europea, de fondos procedentes de actividades ilícitas vinculadas a la corrupción internacional en los negocios.
Se le imputan delitos de pertenencia a organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales.
— Policía Nacional (@policia) November 3, 2017
En el marco de la denominada operación 'Tándem', la Fiscalía Anticorrupción ha ordenado la detención de 6 personas, y se están practicando más de una decena registros en domicilios y sedes de empresas en las provincias de Madrid, Málaga y Valencia, que han sido autorizados por el Juzgado Central de Instrucción no 6 de la Audiencia Nacional, habilitado como refuerzo del Juzgado Central de Instrucción no 3 en funciones de guardia.
La Policía busca pruebas sobre las supuestas actividades ilícitas cometidas por Villarejo y en las que estarían implicados los otros arrestados.
Entre los detenidos se encuentran dos Comisarios del Cuerpo Nacional de Policía, que prevaliéndose de las funciones propias de sus respectivos cargos policiales, especialmente sensibles para la seguridad nacional, habrían recibido elevadas sumas de dinero así como regalos suntuarios diversos, a cambio de la prestación de servicios especializados de inteligencia, y de facilitar la entrada ilegal de ciudadanos no comunitarios en territorio español.
El excomisario Villarejo ha estado inmerso en varios procesos judiciales relacionados con la denominada "guerra de comisarios" abierta en el seno de la Policía la pasada Legislatura a raíz del caso del pequeño Nicolás, o en la relacionada con el "pendrive" con información sobre la familia Pujol.
Está también implicado en la causa que investiga al empresario Javier López Madrid por supuestamente acosar a la doctora Elisa Pinto, quien señaló en una rueda de reconocimiento al excomisario como la persona que la apuñaló el 10 de enero de 2014.
A lo largo de estas pesquisas, el Ministerio del Interior aceptó indagar el supuesto entramado empresarial montado por Villarejo cuando era comisario, aunque finalmente sin consecuencias para él.
Sin embargo, ha sido detenido por Asuntos Internos, una unidad conocida como "la Policía de la Policía" porque es la encargada de investigar a los agentes de este cuerpo sospechosos de cometer delitos.
Su labor se ha prolongado durante varios meses en los que ha ido recabando información incriminatoria contra el excomisario.
Corrupción policial en Tráfico
Hace apenas dos semanas, Asuntos Internos desmanteló una trama de corrupción integrada por ocho funcionarios policiales y de la Dirección General de Tráfico (DGT) que favorecían a empresarios mediante adjudicaciones a cambio de favores y beneficios personales.
Los policías y facultativos capturados en esa ocasión estaban destinados en la Jefatura Central de Logística de la Policía Nacional, encabezada por el comisario José Losada.
Aquella investigación, dirigida por el juzgado de Instrucción número 50 de Madrid y por la Fiscalía Anticorrupción permitió descubrir una red de prebendas en la que participaba la contrata que suministra el servicio de comidas en diversas dependencias policiales.
De hecho, la Unidad de Asuntos Internos arrestó en aquella operación a seis empresarios que supuestamente se habrían beneficiado de contratos urdidos por la trama.