El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha ordenado la reapertura del sumario del atentado perpetrado por ETA con un coche bomba el 17 de octubre de 1991 en Madrid en el que resultaron heridas de gravedad María Jesús González, agente de la Policía Nacional, y su hija Irene Villa, de 13 años.
Según han confirmado a Efe fuentes del despacho de abogados Milans del Bosch y la fundación Villacisneros que asiste a González, el magistrado ha acordado, tras el informe favorable de la Fiscalía, que el Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional le remita un informe contenido en otro sumario que podría contribuir a esclarecer el atentado aún sin resolver.
En declaraciones a Efe, el abogado Santiago Milans del Bosch muestra su satisfacción por la reapertura de este sumario. "Es una gran noticia, sobre todo para las víctimas que sólo buscan, sin revancha, pero por justicia y dignidad, quién cometió el atentado", asegura.
Milans del Bosch prefiere no desvelar por el momento el resto de diligencias solicitadas a Andreu, sobre las que el juez resolverá "en el momento procesal oportuno".
El Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional concluyó el sumario de este caso en mayo de 1992, y un mes después la Sala de lo Penal decretó el archivo provisional del mismo.
Dieciocho años después, en septiembre de 2010 fue reabierto para practicar nuevas diligencias para ser nuevamente sobreseído en 2011.
MUCHOS CASOS SIN RESOLVER
No es el único caso de crímenes de ETA sin resolver que ha logrado reabrir la Fundación Villacisneros dentro del Proyecto Dignidad, ya que a principios de este año consiguió con éxito que la Audiencia Nacional reanudara la investigación de un atentado perpetrado por ETA en 1979 en Villafranca (Guipúzcoa) en el que murieron un guardia civil y su pareja.
El día en que María Jesús González y su hija Irene Villa sufrieron graves mutilaciones a causa del atentado fue un "jueves negro" en Madrid, donde la banda terrorista hizo explotar otras dos bombas en la misma mañana.
La primera se produjo poco antes de las ocho de la mañana en el barrio de Aluche, y mató en el acto al teniente del Ejército de Tierra Francisco Carballar Muñoz, de 47 años.
Apenas 50 minutos después, y cuando la zona todavía permanecía acordonada por la Policía y repleta de curiosos y vecinos, estalló el segundo artefacto en la calle de Camarena, a sólo unos 200 metros de distancia, que había sido colocado en el automóvil de María Jesús González.
Hacia las 11.30 horas explotó la tercera bomba en la calle de Pablo Casals, esta vez dirigida contra el comandante de Infantería Rafael Villalobos Villa sufrió, que sufrió la amputación traumática de sus dos piernas y su hermana resultó afectada en menor grado.