La cúpula del Partido Popular contiene el aliento los días previos a que se sepa si la Fiscalía del Tribunal Supremo pide prisión incondicional para la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y otros miembros de la Mesa que están citados para declarar el jueves. En las filas conservadoras cunde el desánimo por las consecuencias que arrastrará esta decisión.
Si el Alto Tribunal pide el arresto carcelario provisional para la Mesa de la Cámara catalana, en el PP creen que servirá de "estímulo" para que los independentistas ganen terreno de cara al 21 de diciembre y dinamitaría su propia campaña. "Los secesionistas volverán a incidir en que los jueces no son neutrales, y aunque en España existe separación de poderes esa imagen y esa tesis nos perjudica", aseguran fuentes conservadoras.
Para acordar prisión incondicional sin fianza, como hizo la juez Carmen Lamela en la Audiencia, el magistrado Pablo Llanera tiene que detectar la existencia de riesgo de fuga, reiteración delictiva o destrucción de pruebas. Desde que se proclamó la República en el Parlament y el Senado autorizó al Gobierno de Mariano Rajoy a aplicar el artículo 155, Forcadell ha acatado la orden llegada desde Madrid y desde el primer día asumió la disolución de la Cámara autonómica.
Además, la todavía presidenta del Parlament acudió a declarar a la Audiencia Nacional y pidió una prórroga de una semana para preparar su respuesta. Mientras el tiempo corre y se prepara su comparecencia, Forcadell ha optado por mantener un perfil bajo y no ha redoblado su desafío al Estado como el propio Carles Puigdemont, que este mismo lunes denunció "un encarcelamiento masivo" de políticos independentistas.
Respeto a los jueces
Tanto en Génova como en Moncloa creen que los independentistas utilizarán la imagen de sus compañeros encarcelados para movilizar a aquellos votantes que se sintieron traicionados con la huida del expresident y parte del Govern en lugar de haberse quedado en Cataluña. Desde que Junqueras y otros siete exconsellers duermen en prisión, el Ejecutivo y los conservadores se han alineado para lanzar un único mensaje: respeto absoluto a las decisiones judiciales.
Mientras el futuro judicial de Forcadell se define, los conservadores han empezado ya a diseñar su campaña electoral. En Génova están tan satisfechos de cómo se ha llevado a cabo la aplicación del artículo 155 en Cataluña que la utilizarán en gran parte de los mítines de la campaña que inaugurará Mariano Rajoy.
"Vamos a hacer una campaña muy visible. El PP es el partido que ha sacado a Cataluña de este atolladero". El vicesecretario de Comunicación del partido conservador, Pablo Casado, resumía este lunes que "después del 155 nada vuelve a ser igual. Los independentistas ya han visto que se puede poner en práctica".
Resultado electoral
El PP está dispuesto a defender la activación de este artículo constitucional y anular el argumento de los independentistas, que aseguran que la autonomía de Cataluña ha sido destruida desde que Moncloa tomó el control. En Génova también están planeando qué miembros del Gobierno acudirán a explicar cómo se devolvió la estabilidad a la autonomía y las consecuencias económicas que el independentismo ha llevado a Cataluña.
Respecto a la encuesta publicada este lunes por EL ESPAÑOL, que prevé que el Partido Popular pierda veinte escaños si las elecciones se celebraran hoy, Casado ha sido claro: "El Gobierno no toma sus medidas por un resultado electoral, sino por la responsabilidad de cumplir y hacer cumplir la ley. Si eso tuviera coste, lo asumiríamos. Y si tuviera respaldo, nos reconfortaría".