El primer Gordo de Navidad se cantó en Cádiz, un 18 de diciembre de 1812 durante la Guerra de la Independencia en el que se repartieron 8.000 pesetas -unos 48 euros-. Vino de mano de 'La Pepa' y tenía una tarea: recaudar más dinero para el erario público sin quebranto de los contribuyentes. Sin embargo, no se llamó Sorteo de Navidad hasta el 23 de diciembre de 1892.
Los cambios por la Guerra Civil
El sorteo no dejó de celebrarse en los años que duró el conflicto, en 1936 el bando republicano mudó la lotería a Valencia. Sólo en este momento los niños de San Ildefonso no fueron los encargados de cantar la lotería. Un año después, en 1937, ante la amenaza de la guerra, la gala se trasladó a Barcelona.
La Guerra Civil agujereó la vida de los españoles, los dividió y repartió, según la lucha y la ideología, según la suerte de un territorio. El sorteo más famoso del año no se libró de esta separación y en 1938 se celebraron dos Premios de la Lotería de Navidad, uno en Burgos y otro en Barcelona, el primero para el bando franquista y el segundo para el republicano.
Este año la tradición lotera también cambió por la guerra, aunque durante los años de conflicto nunca dejó de celebrarse el sorteo.
Los niños de San Ildefonso
Sus voces reparten la fortuna todos los 22 de diciembre, empezaron a hacerlo en 1771 en el sorteo de la Lotería Nacional, ante la mirada de Carlos III. Cuando el Sorteo Extraordinario de Navidad empezó ellos fueron los encargados de cantar a los premiados los números que salían del bombo.
Las manos inocentes de estos niños no incluyeron niñas hasta 1983 cuando comenzó la enseñanza mixta en los colegios españoles.
Es uno de los colegios más antiguos de Madrid -orfanato hasta que llegó la democracia- su origen está en la época de los Reyes Católicos. Una de las teorías que les rodea es que se dedicaban a cantar por las plazas de la ciudad a cambio de limosna, por lo que se encargaron de entonar los premios.