La celebración este año del Día de la Memoria no va a ser muy diferente a la de 2016. La ruptura política sigue presidiendo la efeméride que no alcanzará tampoco en su octava edición una imagen unitaria. El PP se ha desmarcado de nuevo del acto organizado por el Parlamento Vasco y no estará este vienes en la ofrenda floral que el resto de grupos parlamentarios y el Gobierno vasco realizarán en Vitoria, en el exterior de la Cámara junto a la escultura erigida en homenaje a las víctimas del terrorismo. Los populares realizarán su propio Día de la Memoria en Getxo.
El homenaje institucional ideado en 2010 para recordar a todas las víctimas del terrorismo, cuando el socialista Patxi López era lehendakari, amplió su cobertura a las víctimas de todas las violencias tras el regreso del PNV al Gobierno y el signo de algunos participantes cambió. En las primeras celebraciones se ausentaron los integrantes de EH Bildu y ahora es el PP el que no asiste, mientras que el acto reúne a todos los miembros del grupo parlamentario de la coalición abertzale. Estos se suman además, en los últimos años, a la convocatoria que Etxerat realiza media hora antes ante el Parlamento para homenajear a “las víctimas de la dispersión”, los familiares de presos de ETA fallecidos en accidentes de tráfico durante sus desplazamientos a las cárceles para visitar a los reclusos.
Diferentes actos y confusión
Se eligió el 10 de noviembre porque era una fecha en el calendario no marcada en rojo por los atentados, pero hoy en el Día de la Memoria se recuerda no sólo a las víctimas del terrorismo etarra, de los Gal o el Batallón Vasco Español, sino que bajo el concepto de “todas las víctimas” se engloba también a las producidas por las FSE como consecuencia de abusos policiales y pueden quedar incluidas también hasta las originadas por la dictadura franquista.
La celebración abarca al conjunto de las instituciones vascas, no sólo al Gobierno y al Parlamento, y Diputaciones y Ayuntamientos eligen su propia conmemoración. Las fórmulas mayoritarias son distintas: en algunas se lee un manifiesto más o menos genérico y en otras se opta por el silencio en búsqueda de un mayor consenso político. Ello da lugar a múltiples situaciones según los municipios y a que el PP, por ejemplo, asista a algunas concentraciones , pero aumenta la confusión sobre el objetivo último del homenaje y los homenajeados durante la jornada.
La Mesa del Parlamento Vasco ha optado en esta ocasión por un acto desnudo, sin declaración institucional. En 2016 se leyó el texto propuesto por la Asociación de Municipios Vascos, Eudel, que este año no ha trasladado ninguno a los Ayuntamientos, y en 2015 fue la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejería (PNV) , la que elaboró el escrito.
Para la octava edición se ha decidido prescindir de toda lectura en un intento de atraer al PP, y el acto convocado este viernes a las 10.30 consistirá en dos minutos de silencio tras una ofrenda floral y la interpretación del “Agur Jaunak”. Está prevista la participación del resto de grupos y de los miembros del Gobierno vasco, con el lehendakari a la cabeza. Los parlamentarios de EH Bildu asistirán primero a la concentración convocada por Etxerat para denunciar la política de dispersión de presos y sus consecuencias.
Ausencia del PP
El PP estará ausente para no servir “de coartada” a la participación de Sortu y celebrará su propio Día de la Memoria media hora después, a las once, en Getxo, junto al monumento erigido en memoria de las víctimas del terrorismo de la localidad vizcaína.
Los motivos los ha explicado este miércoles su presidente, Alfonso Alonso y son similares a las razones por las que su partido no participa en la ponencia parlamentaria de Memoria y Convivencia.
Para el PP la ampliación del homenaje a las víctimas producidas por las FSE se ha realizado con el objetivo de integrar a la izquierda abertzale y de poner la celebración “al servicio” de su relato.
“Cuando todo se trata de mezclar para construir un relato que dice que aquí hubo un conflicto con violencias enfrentadas que produjeron víctimas, cuando se hace ese relato que viene a justificar a quienes todavía no han condenado los asesinatos, a quienes todavía siguen homenajeando a los asesinos, se vacía de contenido político a las víctimas del terrorismo, y a nosotros no parece grave”, ha señalado Alonso.
Los populares consideran que el Día de la Memoria transcurre dentro de los cauces de una "calculada ambigüedad", que su sentido se ha desvirtuado y pervertido”, y reivindican que la jornada sirva para recordar únicamente a las víctimas del terrorismo, incluidas las de los Gal y otros grupos.
Postura del PSE-EE
Los socialistas vascos secundan el acto del Parlamento, donde también participan en la ponencia sobre memoria de la que estuvieron ausentes antes de integrar el Gobierno vasco, en coalición con el PNV.
Su secretaria general, Idoia Mendia, ha fijado posiciones sobre la jornada del viernes en una entrada en su blog. Bajo el título “Nunca más. Nunca antes”, recuerda que “el mayor y más prolongado daño causado” a Euskadi “tiene las siglas de ETA” y que “no hay argumento” que justifique la actuación de la banda. Extiende esta última reflexión, sobre la carencia de razones, a los Gal, el Batallón Vasco Español u otros grupos organizados , así como a los abusos o excesos policiales.
Mendia añade una advertencia dirigida a la izquierda abertzale y al camino que aún le queda por recorrer. “Nuestra tarea no ha terminado. No terminará hasta que consigamos que todos podamos verbalizar, bien alto, que el nunca más debe ir precedido de asumir el nunca antes”, subraya.
Acto del Gobierno Vasco
El Gobierno vasco, al igual que en los ediciones anteriores, celebrará su propio acto a través del Instituto Gogora, creado en 2015 para desarrollar políticas públicas para todas las víctimas de la violencia.
Se celebrará a las cinco de la tarde en la sede del Instituto en Bilbao bajo la presidencia del lehendakari, Íñigo Urkullu. Será un encuentro abierto a distintos representantes sociales en el que participarán una veintena de jóvenes integrantes en su día del programa Adi-adian, puesto en marcha por el Ejecutivo vasco para llevar a las aulas los testimonios de las víctimas, tanto del terrorismo como de abusos policiales. La intención del Gobierno es “reafirmar” la importancia de la transmisión de la memoria a las futuras generaciones y “escuchar” lo que éstas reclaman.