El Gobierno ha respirado aliviado tras comprobar que todos los miembros de la Mesa han acatado la Constitución ante el magistrado del Tribunal Supremo. Ha sido el ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, el primero en hacer una valoración y ha reconocido que ve "muy bien" que la presidenta de la Mesa del Parlament, Carme Forcadell, haya dicho ante el juez "que no va a hacer nada ni en el presente ni en el futuro" por el desafío secesionista.
Tras las declaraciones ante el juez de Forcadell, Méndez de Vigo ha insistido en que "estamos viendo cómo la vuelta al orden constitucional empieza a ser una realidad". Además, el ministro portavoz ha pedido a todos los ciudadanos catalanes llamados a las urnas el 21 de diciembre que acudan a las urnas para "cerrar la época negativa del radicalismo secesionista" y empezar una época "de prosperidad y tranquilidad".
El Gobierno ha optado por no comentar las decisiones judiciales y, en público, insiste en que las decisiones de los tribunales "las respeta y las acata". El Ejecutivo se abre a hablar sobre qué parte de la Constitución habría que modificar pero Méndez de Vigo ha insistido en que es en el Congreso de los Diputados donde los grupos políticos se tienen que sentar para iniciar las primeras conversaciones.
"Hay que analizar las propuestas y ver qué apoyo tienen esas propuestas. La reforma de la Constitución es muy importante y vamos a participar. Pero lo que hay que hacer ahora es dialogar y hablar", zanjó.