Cuando el agente se asomó a la celda del detenido, el hombre yacía sobre el suelo sin respirar. Los Mossos estaban sobre aviso de los antecedentes médicos de este hombre de 57 años, víctima de varios infartos. Por ello aumentaron la vigilancia sobre su estancia en los calabozos de la comisaría de Tarragona. Más teniendo en cuenta la agitada tarde que había derivado en su reclusión, previo paso por el hospital y tras una discusión de bar con ingesta de alcohol incluida. Este vecino de Tarragona finalmente falleció el pasado viernes de un infarto, según ha confirmado a EL ESPAÑOL la policía autonómica catalana.
Los Mossos recibieron la tarde del pasado día 10 un aviso por un incidente en un bar y cuando la patrulla llegó al lugar se encontró con una persona discutiendo de forma violenta con el propietario del establecimiento y uno de los clientes. Según las fuentes consultadas, el hombre estaba visiblemente bajo los efectos del alcohol.
Los agentes trataron de poner fin al conflicto y calmar al varón, que lejos de deponer su actitud, se negó a abandonar el lugar y se encaró con los agentes de forma agresiva y violenta, siempre según las mismas fuentes, que describen a un hombre de mucho peso, original de Tarragona y con varios antecedentes policiales por otros motivos.
Detenido por tres delitos
Ante este estado de agitación, la policía autonómica procedió a detenerle por desobediencia, desórdenes públicos y violación de domicilio jurídico. Durante el enfrentamiento, el hombre ya hizo gestos de presentar dolores en el pecho y, tras ser arrestado, se le trasladó hasta el Hospital de Santa Tecla, ubicado en la Rambla Vella de Tarragona.
Esta persona tenía antecedentes médicos por varios infartos, problemas coronarios, cuadro de hipertensión y sufría de apnea. En el hospital, siguió con su actitud agresiva y se llegó a enfrentar incluso al médico que le estaba atendiendo, quien optó por sedarle y tras ello le dio el alta.
Del centro hospitalario fue conducido a los calabozos de la comisaría de Tarragona. Desde los Mossos aseguran que, atendiendo a su pasado clínico, uno de los agentes estuvo pendiente de su evolución. A las 18.13 minutos, en una de sus visitas al preso, el mosso se percató de que el detenido había dejado de respirar.
La reacción de los agentes fue dar aviso al Servicio de Emergencias Médicas (SEM) que consiguieron reanimarle y trasladarle de urgencia al Hospital Joan XXIII donde murió finalmente. La autopsia determinó que la causa del fallecimiento fue un infarto agudo de miocardio.