Arturo hace malabarismos con la bandera de España y la Ikurriña. Sobre la espalda, lleva una encima de otra, pero quiere que se vean las dos. Es agente jubilado de la Policía nacional y ha venido a Madrid para exigir que los sueldos de sus compañeros se equiparen a los de los cuerpos autonómicos.
Le rodean miles de personas, que caminarán hasta el ministerio de Interior para exigir a Rajoy que, en los presupuestos de este año, les conceda la igualdad salarial. Los nacionales cobran alrededor de 600 euros brutos mensuales menos que los Mossos. También salen perjudicados en lo que tiene que ver con las horas extra, la jubilación y los días libres. El Gobierno acaba de asegurar que iniciará "el camino de la equiparación", pero los presentes piden "hechos", y no "palabras". En la cabecera de la marcha participan Podemos, Ciudadanos, VOX y una eurodiputada independiente, Beatriz Becerra. También los representantes de Jusapol, asociación de policías y guardias civiles organizadora del evento.
Arturo ha madrugado en Vitoria para llegar a la Puerta del Sol antes de las once y media, cuando está previsto que comience la marcha hasta el ministerio del Interior. Miles de agentes se han reunido en lo que muchos de ellos califican continuamente de “momento histórico”. Luciano, amigo de Arturo que no es policía pero protesta, le ayuda a recolocarse las banderas.
Charlan en círculo, justo delante de una pancarta por la “equiparación salarial” que sostienen decenas de compañeros también venidos de Vitoria. “A nosotros no nos afecta tanto, pero esta lucha es de todos”, dice Arturo mientras se protege del frío con una boina oscura y se ajusta unas gafas de pasta negras.
Los policías vascos llegados a Madrid esta mañana reconocen que la diferencia entre sus sueldos y los de los cuerpos autonómicos apenas existe. El complemento de peligrosidad implantado en los años del plomo etarra casi los equipara. “Eso da igual, todos somos compañeros”.
Arturo y Luciano regalan una imagen cara de conseguir estos días: llevan dos banderas enormes, además de las que cubren sus espaldas. A lo largo de la marcha, que ha llegado a congestionar la Puerta del Sol, aparecen distintas banderas regionales: Madrid, Asturias, Andalucía...
Los agentes vascos no creen que el Gobierno les quite el complemento de peligrosidad, pero aspiran a la equiparación por una cuestión de Justicia. Ellos "son la prueba" de que esta manifestación ha sido "global" y así ha quedado ilustrado también en los partidos políticos que han participado, aunque con la marcada ausencia de PP y PSOE.