José Manuel Maza viajó a Sudamérica la noche del domingo para asistir a una cumbre de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (AIAMP). Falleció la tarde del sábado, víctima de una infección renal que no pudieron frenar los antibióticos. El relato que sigue se construye a partir del testimonio de un miembro de la delegación que compartió con él los últimos seis días.
Poco después de tomar tierra, Maza contó a sus compañeros que empezaba a encontrarse mal. "Habré cogido algo de catarro", dijo, restándole importancia. El martes le subió la fiebre, pero no influyó en la agenda prevista. El plato fuerte de su segunda jornada en Argentina era la reunión con el Fiscal de Uruguay. Fue el miércoles cuando, mientras trabajaba en la Asamblea, se excusó y se trasladó a su habitación.
El jueves, lejos de empeorar, José Manuel Maza transmitió que se encontraba "mucho mejor" y pudo cumplir con sus cometidos en la AIAMP. Al día siguiente, estaba programada una de las reuniones más importantes del viaje: el encuentro con el ministro de Justicia local. "Yo no puedo, vete tú", le dijo a quien iba a acompañarle.
A partir de ahí, los síntomas no remitieron y el malestar del Fiscal General español se agravó. Tanto, que su pareja, Marta, que también se encontraba en Buenos Aires por motivos de trabajo, le encontró desorientado en la habitación. El médico que le visitó decidió ingresarlo de urgencia.
En el hospital dieron con el problema que venía desarrollando Maza desde principios de semana: una infección renal que había ido agravándose a marchas forzadas. Hasta el punto de tomar carácter general y poner en peligro su vida. "No reaccionó a los antibióticos y...", se entrecorta la voz al otro lado del teléfono.
La misión de Maza
Esta fuente reitera que la pareja de Maza viajó a Argentina para asistir a un Congreso relacionado con su trabajo: "Eso que quede claro, con todos los gastos a cargo de su empresa".
El viaje a Buenos Aires refleja una de las mayores inquietudes profesionales de José Manuel Maza. "Estaba muy volcado con lo que tiene que ver con la independencia de los ministerios públicos, la Fiscalía". En esta cumbre, el fallecido iba a poder testar cómo está funcionando en Uruguay el proyecto que él pretendía para España: que los jueces instructores no tomen, también, las medidas cautelares. "Nuestro sistema sigue igual que en el XIX. Esta variación supondría una mejor efectividad y un mayor respeto por los Derechos Humanos".
En apenas una semana, lo que Maza percibió como un catarro se agravó hasta convertirse en una infección que los antibióticos no pudieron frenar. El Fiscal General del Estado falleció en Buenos Aires el 18 de noviembre de 2017.