La Policía Nacional ha intervenido en Algeciras (Cádiz) 1.530 kilos de hachís en el interior de una furgoneta que fue interceptada tras una persecución, mientras que la Guardia Civil ha localizado en Tarifa 440 kilos de esta sustancia que fueron arrojados al mar por los narcotraficantes.
Según ha informado la Policía en un comunicado, en el primer caso la persecución se desarrolló por el polígono industrial La Menacha y el conductor de la furgoneta huyó a pie, por lo que se ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y descubrir a los presuntos responsables del transporte de la droga.
La intervención se inició durante una patrulla por el citado polígono industrial, cuando los agentes observaron una furgoneta que, ante la presencia policial, comenzó a acelerar progresivamente.
El vehículo llegó incluso a poner en peligro a los demás conductores que circulaban por la vía, realizando adelantamientos de manera temeraria para tratar de huir tras ser requerido por los agentes para que detuviera el vehículo.
Finalmente, como consecuencia de la gran velocidad a la que circulaba, la furgoneta comenzó a perder estabilidad y colisionó contra una valla de una finca de la calle Huerta las Pilas.
El conductor se apeó del vehículo y logró huir campo a través.
Los agentes realizaron una inspección del vehículo, localizando en la parte trasera 8 fardos de hachís con un peso de 1.530 kilos.
La furgoneta figuraba como sustraída el pasado mes de julio en Sevilla.
La Unidad de Drogas y Crimen Organizado se ha hecho cargo de la investigación y continúan realizando gestiones para localizar y detener a los responsables.
Por otra parte, la Guardia Civil ha aprehendido en Tarifa (Cádiz) 440 kilos de hachís que fueron arrojados al mar durante una persecución.
La actuación se inició, según explica en una nota el instituto armado, cuando el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) detectó una embarcación procedente de Marruecos que se dirigía a la zona de Guadalmesí, en Tarifa.
Una patrullera del Servicio Marítimo confirmó que se trataba de una embarcación semirrígida, de las utilizadas habitualmente para el narcotráfico, que huyó al percatarse de la proximidad la patrullera.
Iniciada la persecución, que se prolongó hasta aguas internacionales, los tripulantes de la embarcación neumática arrojaron la carga por la borda en un intento de aligerar el peso y aumentar la velocidad en su huida.
Al rastrear la zona donde se arrojaron los fardos pudieron rescatarse 12 de ellos, que contenían 440 kilogramos de hachís.
La Guardia Civil mantiene una investigación abierta para la identificación y detención de los narcotraficantes.