Era la noche del pasado 13 de octubre en Madrid. Como cada fin de semana, cientos de jóvenes acudieron a la discoteca Teatro Barceló, sede durante años de Pachá. Ya de madrugada, en la calle Larra, justo en la que se acumula la cola para entrar en el local, tuvo lugar una pelea iniciada por un grupo de jóvenes de extrema izquierda que irrumpieron con gritos de "puta España" e "independencia", según detallan a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación.
Estos separatistas eran en realidad un grupo de seis personas residentes en Madrid y una séptima en Guadalajara, detenidos hace unos días en una operación que la Policía hizo pública este martes. Las fuentes consultadas por este diario precisan que entre los arrestados -con edades comprendidas entre los 20 y los 27 años- hay tres de ellos con antecedentes por otras peleas con motivación ideológica. En ellas actuaron junto a otros jóvenes identificados como miembros de Bukaneros, los seguidores radicales del Rayo Vallecano, según consta en los archivos del Grupo 30 de la Brigada de Información de Madrid.
La pelea en Pachá tenía como trasfondo el referéndum del 1-0 en Cataluña y el desafío independentista. Desde hacía varios días se había viralizado a través de los teléfonos móviles las imágenes de la popular discoteca deteniendo la música habitual para hacer sonar el himno de España. "¡Por la unidad de España tenemos que cantar esta canción!", grita el DJ ante la respuesta entusiasta de los presentes (alguno de ellos haciendo el saludo romano). Varias semanas después, el Teatro Barceló redobló su postura colocando una bandera española de grandes dimensiones en la fachada.
El 13 de octubre, los radicales irrumpieron con sus gritos y los jóvenes congregados en los alrededores del local respondieron con el cántico popularizado al calor de los éxitos deportivos "¡Yo soy español, español, español!". Lo siguiente fue un enfrentamiento violento que se frenó instantes antes de que aparecieran dos agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, que se encontraban en un coche camuflado. Al ser advertidos de lo que había pasado, identificaron a varios jóvenes con estética y distintivos antifascistas e hicieron un parte de intervención, según estas fuentes.
Por su parte, del grupo de agredidos hubo al menos cinco jóvenes que denunciaron formalmente los hechos y los agentes comenzaron sus pesquisas. Recabaron las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona y los jóvenes identificaron a varios de sus agresores. Entre ellos se encontraban los identificados por la patrulla el mismo día de los hechos.
Una vez confirmadas sus identidades, la Policía se personó en sus domicilios situados en Madrid y las localidades de San Fernando de Henares y Cobeña. El séptimo arresto se produjo en Durón (Guadalajara). Todos ellos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, que les dejó en libertad acusados de un delito de desórdenes públicos con el agravante de motivación ideológica. Los detenidos se negaron a declarar ante las autoridades. Los investigadores no han hallado elementos suficientes para que el Juzgado vea un delito de lesiones.