"Salvamos personas". De este modo tratan de huir del protagonismo los miembros del equipo de rescate de montaña de la Guardia Civil que el pasado mes de junio salvaron a dos montañeros independentistas catalanes en Huesca. Un compañero de estos agentes se ha encargado de trasmitir a EL ESPAÑOL este mensaje ya que los autores del rescate ni siquiera quieren salir en los medios a sacar pecho de su acción. Según dicen, ellos no hacen diferencia a la hora de hacer su trabajo en la montaña.
Los hechos ocurrieron meses antes de la crisis en Cataluña en la que el independentismo ha cargado con fuerza contra los guardias civiles tildándolos de "fuerzas de ocupación". La tensión contra los agentes del Instituto Armado se recrudeció después de la jornada del 1-O tras las cargas policiales. El acoso de radicales independentistas provocó la expulsión de miembros del Cuerpo de varias localidades de Cataluña. Tres de ellos incluso denunciaron haber sido apartados de un gimnasio por su condición de agentes. Algunos de los que integraban el despliegue especial previsto por Interior aquellas fechas tuvieron que alojarse precisamente en Aragón.
"Nosotros rescatamos a la gente sin entrar en sus pensamientos". Esta es la única explicación que se avienen a dar a los medios de comunicación a través de un portavoz los autores del rescate de montaña. Según informó El Heraldo de Aragón salvaron a dos jóvenes ilerdenses de 19 y 26 años que estaban heridos a 3.000 metros de altura en el Pico del Alba.
Los montañeros portaban una estelada entre sus pertenencias que sirvió incluso para abrigar a los dos jóvenes, deficientemente pertrechados en pantalón corto, según el citado diario aragonés. El valle de Benasque es una zona de fuerte presencia de ciudadanos catalanes. Fuentes oficiales de la Guardia Civil han confirmado esta información, pero no han querido tampoco abundar en detalles respetando la decisión de sus protagonistas.
La cuenta oficial de Twitter de la Guardia Civil ha hecho alusión a esta información enlazando al diario Marca que también se ha hecho eco de la noticia. "Somos beneméritos y no hacemos distinción de ideologías, razas, credos... cuando salvamos la vida de alguna persona en la montaña".
Alertados por un familiar
Los hechos tuvieron lugar a las nueve de la noche del 19 de junio una vez que la Guardia Civil recibió la llamada de un familiar alertando de que no sabían nada de los dos jóvenes que ese día habían decidido subir la montaña aragonesa. Fue una patrulla de Benasque la que en primer lugar localizó estacionado el vehículo de los montañeros por lo que certificaron que la pareja aún no había bajado.
En su búsqueda, hasta la cima del Pico del Alba, partieron varios efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) y la Unidad Aérea, junto con una médico de 061. Tras varias pasadas y ya de noche avistaron a la dos jóvenes. Uno de ellos estaba tumbado en el suelo sin moverse y el otro hacía señales al helicóptero de los agentes.
La parte más compleja de la operación consistió en dejar a los operativos lo más cerca posible de los montañeros accidentados ya que al haberse hecho de noche el helicóptero tuvo que abandonar la zona. Finalmente, los guardias civiles y la médico contactaron con los montañeros a las 22.30 horas.
Durante toda la noche permanecieron los especialistas de montaña junto al herido. Según la nota de prensa que en su momento difundió la Comandancia de Aragón -sin hacer alusión al detalle de la estelada-, ambos fueron ubicados en una repisa, asegurándolos con cuerdas. Allí la facultativa les curó las numerosas heridas que tenían y les abrigaron. A las 6.30 horas del día siguiente pudieron ser evacuados hasta el hospital San Jorge de Huesca. El herido grave fue transportado desde ahí hasta Zaragoza. Ambos pudieron salvar la vida.