Freixenet está viviendo sus momentos más amargos por la situación que se vive en su Cataluña querida. Pero no ha querdio que ninguno de esos problemas se refleje en uno de los anuncios más esperados de las Navidades.
Si acaso, y buscándole una vuelta, ha querido cambiar la magia de las burbujas doradas, que sólo salen al final, por la necesidad de encajar en la nueva familia, ese sentido de pertenencia, de aceptación que todos necesitamos.
Y es que... ¿quién no recuerda las primeras Navidades en casa de la novia o el novio donde todo el mundo parece ponerte a prueba en cómo comes, en qué bebes y de qué hablas?
A esa mesa se sienta un joven desconcertado al que le hacen brindar, encima... La suerte, y el triunfo para entrar directamente en esa familia, llegan de la mano de una burbuja mágica, Michelle Jenner, y un maestro de ceremonias, Ricardo Darín, que cualquiera se llevaría a su casa estas Navidades...
Es el "arte de brindar" que Freixenet quiere repescar con una clara intención: no perder las buenas costumbres.