Barcelona

ERC asegura que existe una "preocupación" sobre un posible "pucherazo" electoral el próximo 21 de diciembre. El jefe de campaña y portavoz del partido, Sergi Sabrià, anunció este jueves que su formación desplegará 6.000 apoderados extra para hacer un "recuento paralelo" al oficial y "evitar cualquier sospecha" sobre el resultado. 

"Respecto a la posibilidad de un pucherazo en estas elecciones, hemos puesto en marcha el proyecto apoderats.cat" para tener "más garantías", según Sabrià. En esa web se inscriben aquellos que quieren contribuir a controlar el desarrollo de la campaña. Junts per Catalunya ha puesto en marcha un proyecto parecido. 

Habitualmente, ERC sigue el escrutinio eligiendo mesas clave y otras al azar para comprobar el resultado y estimarlo antes de que sea oficial, pero la situación actual les ha llevado a ser más exhaustivos por unas elecciones que, según fuentes de partido, "se juegan fuera y con el árbitro de parte de los otros", en referencia a los partidos no independentistas. 

El jefe de campaña ha eludido denunciar abiertamente una sospecha de pucherazo y no ha aportado indicios sino que lo ha enmarcado en el contexto de mejorar unas elecciones que considera ilegítimas e ilegales. 

"No vamos a renunciar a ninguna de las garantías que dependan de nuestra parte", ha dicho. "Tenemos la oportunidad de hacer un recuento paralelo" que "seguro que es una garantía, pero [un posible pucherazo electoral] también era una preocupación".

El tono es, pues, muy distinto al de Marta Rovira, la número dos del partido, que acusó directamente al Gobierno de haber amenazado con "poner muertos en las calles" si los partidos independentistas seguían su hoja de ruta y trataban de materializar la república proclamada unilateralmente el 27 de octubre

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