El extraño caso del imán encarcelado por ser de Daesh, al que quiere matar el Daesh
Hesham Sashaa lleva en prisión desde abril y la Policía le acusa de integrar el grupo que pide asesinarle por oponerse a la violencia.
7 diciembre, 2017 02:20Arrestado por ser de Estado Islámico y al mismo tiempo estar en el punto de mira del grupo terrorista. Esa es la situación en la que se encuentra desde hace meses un egipcio de 46 años llamado Hesham Sashaa. El Ministerio del Interior informó el pasado 26 de abril de su detención. La nota oficial del Departamento que dirige Juan Ignacio Zoido decía: “La Policía Nacional detiene en Teulada (Alicante) a un hombre por su integración en la organización terrorista Daesh”. Tan sólo unas semanas antes, Estado Islámico le había señalado en su órgano de propaganda oficial, la revista Rumiya, en un inequívoco artículo titulado “Matar a los imanes de los infieles”.
Este líder religioso se instaló en España en 2011 junto a su extensa familia. En 2014 compró una casa de grandes dimensiones en Teulada gracias a un ingreso bancario de 400.000 euros cuyo origen se desconoce. Tiene pasaporte palestino (por su padre), egipcio y una tarjeta de identidad de extranjeros alemana, país en el que preside una asociación que dice buscar el entendimiento entre culturas. Se presenta como un pacifista que trabaja por la desradicalización de yihadistas. Tal y como publicó este periódico, esas labores llamaron en su día la atención de varios medios de comunicación, incluido el New York Times.
En el número del mes de marzo de Rumiya, concretamente en la edición para Alemania, Estado Islámico publicó la foto de este imán junto a una pistola y seis balas ensangrentadas. “Mata al apóstata Hesham Shashaa, agente cruzado y partidario de los impostores”, decía la revista. Hacía extensible sus amenazas a otros líderes religiosos que predican en otras partes del mundo y que, a juicio de la visión rigorista del Daesh, no defienden los postulados de Alá.
“¡Mátalos, porque matarlos es más importante que matar a los propios cruzados!", zanja el artículo, que acusa al detenido en Alicante de “diseminar libremente su veneno” y "disuadir a la gente del yihad”. El contenido de esta revista a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL no fue incluido en el informe de 225 folios elaborado por la Comisaría General de Información de la Policía Nacional centrado en las actividades de Sashaa.
La tesis de la Policía
En el documento policial, al que también ha tenido acceso este periódico, los investigadores definen al arrestado como “una persona altamente radicalizada" al frente de una organización asentada en Alicante desde donde "pretende extender un ideario radical y servir de refugio para islamistas de Estado Islámico retornados de Siria o Irak, quienes siguiendo las actuales directrices marcadas por la organización terrorista tendrían como propósito la comisión de actos terroristas en suelo español o europeo".
En las pesquisas de la Policía Nacional se recogen afirmaciones, se esbozan hipótesis y se incluyen escuchas que permiten ver en el detenido a un perfecto yihadista. Pero también lo contrario. Un ejemplo es una de las conversaciones recogidas por la Policía en la que Hesham Sashaa le dice a un interlocutor que trabaja para Al Qaeda, grupo enfrentado desde hace años a Estado Islámico. Se trata de un pinchazo telefónico del 26 de enero de 2016 en el que el investigado llama a una persona a Alemania y le comenta su trabajo: “es que tengo trabajo, un trabajo muy especial” “es un trabajo en muchos sitios”.
Cuando la persona con la que habla le manifiesta su deseo de ir con él, el imán de Teulada contesta haciendo referencia a la organización fundada por Ben Laden. “¡Ojalá pudieras! Es una catástrofe. Trabajo para Al Qaeda, Injes y Najda para tranquilizarlos”. La Policía interpreta esas palabras como que Sashaa se dedica a conseguir medios humanos y materiales para que estos grupos desarrollen sus actividades, no sólo en Siria e Irak, sino también en España. Los investigadores recogen además un comentario del sospechoso en Facebook presuntamente en favor de Jabat Al Nusra, la marca de Al Qaeda en Siria.
Un radical en un colegio británico
Sin embargo, también son varios los pinchazos en los que este imán dice trabajar por la desradicalización de yihadistas. En una conversación captada en 2015 con un periodista alemán, le dice que el proceso dura "entre seis meses y dos años" y que cada persona supone un gasto de unos 1.000 euros mensuales. "Les llevo a muchos sitios, por ejemplo Francia, Italia, España, Noruega... todo depende de las posibilidades que dispongamos, de tener un alojamiento, un cuidador". En el informe se detallan algunos casos concretos como el de un alemán radicalizado al que Sashaa se trajo a España y le matriculó en el mismo colegio británico al que iban sus hijos. La matrícula de todos le costaba más de 200.000 euros al año.
También figura un joven llamado Khaled al que desaconsejó unirse a un grupo terrorista o una chica llamada Amar a la que textualmente le dice: "piensa lo bien que te hizo estar en la mezquita donde te vacuné contra esos pensamientos y ahora ya no te pueden manipular". En otra conversación que mantiene con su abogado habla sobre otra joven alemana convertida al islam que planea irse al califato a pesar de que las autoridades locales le impiden abandonar el país. "Yo mismo iré a Alemania a por ella y guardaré su pasaporte y ella no va a ir a ningún sitio más allá de Francia o España", le dice a su letrado.
En otras ocasiones es el propio Hesham Sashaa quien trata directamente con la Policía alemana como fue el caso de una conversación registrada en enero de 2016. En ese fragmento el imán avisa a los agentes de que la joven se encuentra amenazada por su marido, seguidor de Estado Islámico y reconoce que se dedica a trabajar con personas radicalizadas en Europa "como son los retornados de Siria". Seis meses después concertó una cita con las autoridades para ofrecer más detalles sobre la chica y accedió a aportar las conversaciones mantenidas por WhatsApp.
En otra charla privada con su abogado en noviembre de 2016 le relata cómo ha convencido a jóvenes para que no se enrolen en la yihad: "yo conozco a los primeros que hicieron eso antes que tú, te puedo dar sus nombres (...) y no funcionó, fue peor, después de un par de años volvieron pero naturalmente con más problemas añadidos". Eso sí, el líder religioso reconoce que no es partidario de denunciar a las autoridades: "yo no quiero decir esas cosas en el juzgado, porque no me gusta hacer eso".
"Riesgo contra personas"
Desde la Policía Nacional no se fían de este perfil pacifista. Lo ven "una excusa para no levantar reticencias entre los servicios policiales" y consideran un riesgo su presencia en Alicante donde, según dicen, quería ubicar un centro de formación para imanes de toda España. Alertan los expertos de que el trato con personas radicalizadas "pasaría necesariamente por estadios y procesos que, como poco, podrían poner en serio peligro a personas e instituciones y con más razón si estuvieran en España".
El informe policial también hace un repaso de la presencia de Sashaa por Alemania y cita un informe de la Oficina Federal de Protección de la Constitución de ese país en el que clasifica a la mezquita de Munich en la que predicaba como "susceptible de usar la violencia". La Policía también alude a una decisión del Tribunal Superior Contencioso-Administrativo que en 2011 negó la nacionalidad a un marroquí por sus vínculos con Sashaa y su mezquita, cerrada definitivamente en 2016, según las pesquisas.
El cónsul de Marruecos
Otros puntos bajo el foco de los investigadores son las gestiones que realizó el imán para facilitar la entrada en Europa de individuos considerados radicales o terroristas. Las llamadas interceptadas evidencian los contactos de Hesham Shasaa en numerosos países, desde Arabia Saudí a Emiratos Árabes Unidos o Pakistán. Entre sus lista de contactos se incluyen grandes mecenas del Golfo Pérsico que financian sus actividades o el cónsul de Marruecos en Valencia a que informó de su intención de traer a España a una mujer y a sus cuatro hijos desde Siria al haber fallecido su marido, un presunto yihadista, alcanzado por un misil.
Desde hace años, las autoridades españolas llevan a cabo una estrategia "preventiva" en la lucha antiterrorista tal y como reconocen sus principales responsables. Eso ha permitido a España estar a la cabeza de Europa en la cifra de detenciones de presuntos terroristas. Para describir el modo de pensar del investigado, la Policía cita una información periodística que informa de la detención de Sashaa en 2010 por golpear a su mujer mientras recitaba versos del Corán.
Le acusan de trata de seres humanos
En otra escucha registrada recomienda a un hombre buscarse a "una mujer jovencita y religiosa de la que dispondría fácilmente con solo pagar 200 euros a la familia". El mismo imán admite haberse hecho traer dos mujeres bajo esas condiciones, según la Policía, que apunta por ello a un presunto delito de trata de seres humanos.
Para tratar de acreditar su radicalismo, los investigadores de la Comisaría General de Información se hacen eco de cómo Sashaa acudió en 2011 a varias mezquitas de Alicante distribuyendo un total de cuatro DVD’s. Su contenido es un ejemplo de las contradicciones del caso: uno de ellos incluye una explicación sobre el embrión humano desde el punto de vista de un yemení formado en Arabia Saudí fichado por la Unión Europea por combatir para Al Qaeda.
En otro DVD aparece una explicación de cómo fabricar un explosivo y carga contra los cristianos. Sin embargo, en otro de los vídeos se puede ver al propio Hesham explicando cómo ha conseguido apartar a personas de los grupos yihadistas en los que militaban.