Catalunya En Comú Podem, la candidatura que agrupa a partidos como Barcelona en Comú (al que pertenece Ada Colau), Podem, Esquerra Unida o Inciativa per Catalunya (ICV), aspira a ser la llave en las elecciones catalanas del 21 de diciembre. Para eso se tienen que cumplir varias condiciones que predicen distintas encuestas: que los partidos independentistas no tengan mayoría y que los llamados constitucionalistas [Ciudadanos, PSC y PP], tampoco. Sólo en ese caso, "los comunes", como se les llama habitualmente, podrían ejercer de árbitro para intentar el acuerdo transversal que proponen.
"Tenemos la llave", dice Marta Ribas (1975, Tarrasa, Barcelona), periodista, número cuatro por Barcelona y coordinadora de ICV. Todos los sondeos predicen que no llegarán a los 11 diputados que obtuvo su espacio político en 2015, cuando el cabeza de cartel fue Lluis Rabell. Aún abriendo una gran puerta, la llave podría ser muy pequeñita.
¿A qué se debe ese retroceso al que apuntan las encuestas?
Las encuestas reflejan que hay una polarización evidente, pero también que como mínimo hay un millón de personas que aún no han decidido a quién votan. Esas personas no son las de los extremos sino las que están en medio. Son las que dudan de un independentismo frustrado con una hoja de ruta unilateral que no ha llevado a ningún sitio. No ha habido un avance en el autogobierno. Nos han llevado 40 años atrás. Es la ciudadanía que está indignada con esta hoja de ruta unilateral, con el parón para el país que ha supuesto el monotema, con no avanzar en políticas sociales, pero que tampoco cree en el bloqueo por parte del Estado o en que la judicialización lleve a ningún sitio. Estamos seguros de que podemos remontar las encuestas. Como hemos visto en los últimos años, no aciertan.
Somos el voto útil para romper el bucle y que haya políticas de amplias mayorías, no de unos contra otros.
El cabeza de lista, Xavier Domènech, y Pablo Iglesias suelen recordar que su espacio electoral ha ganado las elecciones generales en Cataluña, pero en las autonómicas podrían ser el quinto partido.
En Cataluña siempre se ha votado distinto dependiendo de las elecciones. En las generales se nos vio útiles para avanzar en autogobierno, algo que se hace a través del diálogo y el pacto con España, y para llevar a cabo políticas progresistas. En 2015, el tema de las autonómicas era otro. Pero ahora podemos tener otro espacio, porque la hoja de ruta unilateral ha fracasado y el otro bloque nos ha impuesto con el 155 una hoja de ruta regresiva. En estos dos años no se han hecho políticas sociales. Eso pesa. Nosotros somos el voto útil para romper el bucle y que haya políticas de amplias mayorías, no de unos contra otros.
Para ustedes, todos los partidos menos el suyo están en un bloque y dicen ser la llave o el árbitro. ¿La solución es un tripartito con ERC y el PSC?
Hay que romper los bloques. Nosotros no pactaremos con la derecha. No lo hemos hecho nunca y sería una incoherencia absoluta al ser una fuera nítidamente de izquierdas.
Entiendo que eso deja fuera a Junts per Catalunya, PP y Ciudadanos.
Exacto. Apostamos por políticas de progreso, pero el tema nacional se tiene que solucionar. Y eso se hace rompiendo bloques con acuerdos de amplias mayorías. Domènech ha expuesto, negro sobre blanco, propuestas concretas: recuperación económica y agenda social, fiscalidad redistributiva y progresiva…
"Ser motor de cambio en España desde Cataluña"
Pero para llegar a hablar de esos aspectos, hay que hablar de ‘lo otro’.
Va todo junto y parte de una unidad catalanista. Medidas concretas: defender esas leyes sociales en el Congreso, una mejora de la financiación para Cataluña o una Hacienda tributaria catalana solidaria con el resto de España. Pero eso quiere decir pactar echar al PP del Gobierno de España, una moción de censura. Ser un motor de cambio en España desde Cataluña.
¿El acuerdo que desbloquee Cataluña tiene que echar a Rajoy de la Moncloa?
Tiene que plantear que en España necesitamos otro Gobierno para que podamos negociar los cambios en la Constitución y priorizar las políticas sociales. Nuestra última propuesta es el referéndum pactado y una ley de claridad. ERC, ahora viene y ahora va. En muchas ocasiones lo ha defendido. Tenemos a un PSC que hasta hace cuatro días lo defendía también. Su líder [Pedro Sánchez] ganó en el PSOE defendiendo una España plurinacional.
Ya no lo dice en los mítines.
Se le está olvidando. Nosotros les decimos: ¿son capaces de recordar el PSC y ERC que ellos han defendido esto hasta hace cuatro días y que son acuerdos posibles, de amplias mayorías en Cataluña? Nos permitirían dejar de hacer partidismo y pensar en el país.
Incluso si fuese posible este acuerdo, que ERC y PSC rechazan, ¿podría Junqueras ser president desde la cárcel?
Eso pasa por qué fuerza le dé la gente a cada candidatura. No podemos saltarnos ese paso por respeto a la democracia.
Arrimadas dice que si ustedes son árbitro, les pedirá una abstención a cambio de políticas sociales. Iceta, que sólo él puede lograr un acuerdo con ustedes para que voten a favor o se abstengan en su investidura. ¿Sería alguna de esas opciones, que no es votar a favor de un presidente de derechas, una posibilidad?
A Iceta le decimos que sólo Domènech es capaz de pactar con fuerzas de un bloque o del otro. Ellos lo planteaban como el modelo Borgen al principio, pero sólo Domènech es capaz de llegar a pactos múltiples.
No conciben un acuerdo que condicione o complete a uno de “bloques” que identifican.
Aún no he oido en el bloque de la unilateralidad ninguna intención de abandonarla. Así que a nosotros que no nos sumen. No pactaremos con nadie que defienda la fracasada vía unilateral. No veo al bloque del 155 planteando ningún pacto entre ellos para mejorar el autogobierno. En la entrevista que le hizo usted a Arrimadas ella dice que con su partido se acabará el 155, que estando ellos, para qué. Pues nosotros no pactaremos con nadie que defienda mantener el 155, la intervención económica sin pactar, empatizar o negociar con la otra parte de Cataluña.
La principal máquina de generar independentistas ha sido Rajoy con su táctica de esconder la cabeza como un avestruz
¿Qué hubiera hecho usted después de la proclamación de la república si fuese el Gobierno central?
No haber llegado aquí. La principal máquina de generar independentistas ha sido Rajoy con su táctica de esconder la cabeza como un avestruz. Estaba claro que hacían falta soluciones políticas sobre la mesa.
Entonces, ante la DUI, ¿no había que hacer nada?
Es que no tendríamos que haber llegado aquí.
Pero aquí estamos.
Por un Gobierno que se ha hecho el sordo, que nunca ha propuesto soluciones políticas ni ha querido hablar de la posibilidad de un referéndum pactado, a diferencia de un Gobierno de derechas europeo como el británico para Escocia.
¿Cree, como Pablo Iglesias, que “hay grandes posibilidades de una repetición electoral"?
Lo peor que le puede pasar a Cataluña es que siga el bucle, que no haya un Gobierno para el millón de personas en riesgo de pobreza. Seguro que compartimos con Pablo Iglesias la necesidad de hacer todo lo posible para ser decisivos y gobernar con agenda social.
La ruptura del Gobierno en Barcelona
Barcelona en Comú, el partido de Ada Colau, ha roto su acuerdo con el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona. ¿Comparte la decisión?
Era en una decisión de las bases, como fijan los estatutos y el funcionamiento interno de Barcelona en Comú. En su momento se sometió a las bases el acuerdo, por lo que las bases decidieron el pacto y también romperlo. No creo que sea una buena noticia porque lo que ha pasado entre medias es que el PSC se ha movido. Ha negociado y dado apoyo a un artículo 155 que ha atacado las instituciones de autogobierno de Cataluña y eso afecta al ánimo político. Y el PSC tomó esa decisión sin consultar a sus bases.
Colau gobierna con 11 concejales de 41. Allí donde podría practicar el pacto transversal ha roto el único pacto que tenía. ¿No invalida el modelo que ustedes proponen para Cataluña?
No hay un pacto de Gobierno, pero Colau ya estaba en minoría incluso con el PSC. Ahora bien, los proyectos de ciudad y todos los temas que se llevan al pleno se negocian. Después de haber roto el Gobierno se han tramitado los presupuestos municipales. Seguirá habiendo gobernabilidad aun con un Gobierno de minoría muy minoritaria, pero que coincidirá en proyectos de ciudad con otros grupos en la oposición.
¿Por qué han propuesto la legalización de la prostitución?
Es una batalla que llevamos dando años desde el feminismo.
Lo último que necesitan [las mujeres que ejercen la prostitución] es que los debates teóricos desde el feminismo les sumen más losas en la defensa de sus derechos
Desde ámbitos feministas de izquierdas hay posiciones encontradas. IU está en contra, por ejemplo.
Ha habido debate profundo. Lo que llevamos escrito es el fruto de un consenso que se basa en la defensa de los derechos de las personas trabajadoras. Y hay muchas mujeres que llevan muchas losas encima, por ser mujer, por trabajar en un sector como el de la prostitución, por otros aspectos sociales o económicos. Lo último que necesitan es que los debates teóricos desde el feminismo les sumen más losas en la defensa de sus derechos. Si algo nos une en el feminismo progresista es la defensa de los derechos.
¿Qué propuestas de vanguardia de su programa quedarán sepultadas por el debate identitario?
Doblar la inversión en educación pública o en atención a la infancia desfavorecida e intentar acercarnos a las medias europeas en un tema esencial si queremos avanzar como sociedad. Otra: revertir los recortes en inversión pública, por ejemplo en sanidad, y dedicar esos recursos a la atención primaria, la puerta de entrada al sistema sanitario. No puede ser que tardes más de dos días en tener cita con tu médico de cabecera. Eso pervierte todo el sistema sanitario y hace que la gente se vaya a Urgencias cuando no lo necesita. También es necesario explicar los cambios en fiscalidad. Queremos que quien cobre más de 60.000 euros, los grandes patrimonios y las grandes empresas que disfrutan de deducciones, sean los que más paguen. Proponemos una reforma del impuesto de sucesiones, de donaciones, de los tramos del IRPF catalanes a partir de 60.000 euros y la eliminación de deducciones de todo tipo. Hemos propuesto esto cuatro veces en el Parlament en esta legislatura. Las banderas se quedaron en un cajón. Junts pel Sí (ERC+Convergencia) y PP nos lo tumbaron con la abstención de Ciudadanos en algunas ocasiones.
¿Está a favor de que se respete la resolución judicial y se devuelvan las obras de Sijena a Aragón?
Es otro tema en el que no deberíamos haber llegado a esto. Aún hay tiempo para negociaciones políticas, con administraciones locales y provinciales, museos y especialistas en conservación del patrimonio. Digo que aún estamos a tiempo porque podemos tener otras escenas de este tipo. La Policía entrando en un museo no es la mejor fotografía ni la mejor manera de conservar nuestro patrimonio artístico. Tendríamos que evitar imágenes ridículas como esta.
¿Tiene la sensación de que se apaga la llama de la ilusión que para su espacio político encendió el 15-M o la posibilidad de gobernar en España? ¿Se siente frustrada por lo que hace unos años parecía imparable se haya encontrado con dificultades?
Debemos ser realistas y entender que los cambios reales son más maratones que carreras de 100 metros. Los que venimos de tradiciones políticas largas sabemos que, aunque lo desees, no siempre los cambios son rápidos o se producen en oleadas o fogonazos. Lo importante es no desfallecer a la hora de intentar esas transformaciones de fondo que, o vienen con alianzas, o fracasan.