¿Cómo se ve España desde el extranjero? ¿Es buena o mala su imagen? ¿Cómo ha influido el procés en su prestigio exterior? Estas y otras preguntas las intentaron responder el martes por la noche cuatro ponentes y un auditorio lleno en Madrid. El desacuerdo primó, pero encendió un debate sobre cómo han reaccionado los españoles ante el embate soberanista, la responsabilidad de los gobernantes y las repercusiones a escala internacional.
En el coloquio, conducido por el periodista Hermann Tertsch, intervinieron Ana Palacio, exmininistra de Asuntos Exteriores y miembro del Consejo de Estado; Elvira Roca Barea, autora del ensayo Imperiofobia y Leyenda Negra (Siruela) y Pedro J. Ramírez, director de EL ESPAÑOL.
"No podemos educar a la gente para que sea antiespañola"
La exministra y la historiadora explicaron que la narración que se hace fuera de lo que acontece en España está en primer término determinada por cómo viven y se ven los propios españoles. "Esa es la primera batalla que tenemos que ganar", explicó Roca Barea. Asimismo, explicó que para que el país gane en confianza lo primero que hay que cambiar es el reparto de la Educación a las Autonomías, ya que "no podemos seguir educando a la gente para que sea antispañola".
Para Ana Palacio es fundamental que los españoles se quiten los complejos porque "somos la única nación sin la que no se entiende la historia Universal". Además, explicó que frente a quienes difunden la imagen de España como un país atrapado en los tiempos de la dictadura, la imagen que se tiene del país es "prestigiosa y mucho mejor de lo que nos creemos".
Pedro J. Ramírez, por su parte, admitió que el problema del prestigio de España en el exterior "está ligado al problema del prestigio de España en el interior", y explicó que la crisis catalana "como anteriormente algunas de las cosas terribles que han sucedido en el País Vasco" y el desarrollo de opciones políticas como Podemos "son síntoma del mismo problema: la falta de un proyecto español democrático, inclusivo, lo suficientemente atractivo como para implicarse positivamente y que desarrolle el patriotismo constitucional".
El público se mostró muy participativo durante el debate que se celebró en la sede de Mutua Madrileña en la capital, en el marco del ciclo de conferencias titulado El necesario fortalecimiento de España organizado por la Fundación Valores y Sociedad, presidida por Jaime Mayor Oreja, y la Fundación Villacisneros.
El día en que la bandera "salió del armario"
Tertsch reivindicó la necesidad de que los españoles -y sus políticos- piensen sobre su identidad y lo que significa, algo que compartió Roca Barea al recodar la manifestación del 8 de octubre en Barcelona, cuando un millón de personas salió a defender la unidad de España: "Ese día este país empezó un movimiento por su cuenta, desorganizado y muy a la española, pero muy sinérgico y con mucho brío".
Para la historiadora eso contrasta con la "realidad paralela en la que vive el Gobierno". "Si se cree que ahondando en el proceso de disolución y destrucción en que vivimos va a poder solucionar algo", añadió, "está absolutamente equivocado". La profesora de la Universidad de Málaga comparó el procés con la gran crisis napoleónica: "Entonces y ahora el español se encontró solo ante el peligro, y así el español gana mucho. En la gran crisis napoleónica nos encontramos con que el país no tiene élites con las que ir contra el francés y se organiza solo. Ahora las élites también nos fallan, pero no la gente".
Roca Barea puso en valor que mientras la política no tomaba medidas contundentes, "la gente sabía lo que hacer, que era sacar su bandera al balcón". Para la exministra Ana Palacio fue fundamental, además, el discurso del Felipe VI tras el referéndum ilegal, porque supuso su "consolidación". La exministra también alabó que "la bandera haya salido del armario" y haya dejado de ser "una cosa de fachillas".