Pacificar el ambiente, gobernar para conducir a Cataluña a la reconciliación. Ese es el plan de Miquel Iceta si se convierte en el próximo presidente de la Generalitat. Pero sus propuestas, con las que supuestamente se rebajaría la tensión política y social, no calan ni en el bloque constitucionalista ni en el soberanista. El candidato del PSC explicó este miércoles que pedirá el indulto de los líderes indpendentistas encausados por el procès en caso de lograr la presidencia. Si esta afirmación ha causado recelos en Ciudadanos y PP, tampoco ha contentado las aspiraciones de Puigdemont y compañía.
Inés Arrimadas, en un acto celebrado en Manresa, exclamó que el novedoso planteamiento de Iceta le hace "llevarse las manos a la cabeza". Por ello, la candidata de Cs volvió a defender que el único voto "seguro" es el naranja, el que trabajará para unir y reconciliar a los catalanes sin olvidarse de las responsabilidades penales de los que han conducido el proceso rupturista. "¿Será esto la preparación de un nuevo tripartito?", se preguntó Arrimadas en referencia a si las palabras del líder del PSC eran la forma de ir avanzando hacia un posible pacto entre los socialistas, ERC y Catalunya en ComùPodem tras las elecciones del 21-D. Por su parte, Albert Rivera, ha hecho un llamamiento a los votantes a través de un tuit: "Si quieren prohibir los indultos a políticos por malversación o prevaricación, vote Cs. Si quieren indultos a políticos, vote PSC-PSOE", escribió.
Desde las filas del Partido Popular también se ha criticado con dureza la petición de Iceta. Xavier García Albiol le ha acusado de querer "hacerse el simpático" con los independentistas y José Antonio Bermúdez, secretario general del PP en el Congreso, le ha recordado que el derecho de indulto sirve para "corregir situaciones de injusticia material" y no para perdonar a "políticos que hayan cometido hechos delictivos". Incluso el propio PSOE se ha desmarcado de las declaraciones de Iceta, aunque las respeta, y las ha atribuido a una opinión estrictamente personal.
"Miquel 155 Iceta"
En el otro lado del tablero, quien más ferzomente ha criticado a Miquel Iceta ha sido Carles Puigdemont. El expresident, que ha participado vía plasma en un mitin de Junts per Catalunya en Girona, ha acusado al candidato socialista de haberla armado "tan gorda que la dimisión te la pedirá la vergüenza por haber empujado a encarcelamientos y exilio". "Vas muy tarde Miquel 155 Iceta", exclamó un Puigdemont insatisfecho por la tardía propuesta de Iceta.
En un acto en la "capital del independentismo", que contó con la asistencia de su mujer, Marcela Topor, Puigdemont aventuró que si no se retiran las medidas del 155 en caso de victoria de los partidos soberanistas el próximo jueves, "la república de los ciudadanos jubilará a Iceta y a la monarquía del 155". Desde Bruselas, el número uno de JuntsxCat denunció que el PSC vaya "de la mano de los que quieren dividir" en alusión a PP y Ciudadanos, y que incluya en sus listas a representantes de "entidades muy oscuras", en referencia a Societat Civil Catalana.
Puigdemont, prófugo de la Justicia española en Bélgica, señaló que Iceta solo "recuperará la dignidad" si "acepta los resultados" en caso de victoria del independentismo y retira dicho artículo de la Constitución para ponerse "al servicio de las instituciones de Cataluña y no las de Madrid". Sin embargo, ha matizado que al socialista le "representará para siempre el 155".
A pesar de que sus palabras, pronunciadas durante la mañana en una entrevista con RAC1, fueron respondidas con un reguero de críticas durante toda la jornada, Miquel Iceta no se amilanó. Por la noche, en otra entrevista en TV3, el candidato socialista se reafirmó en su empeño de indultar a los líderes independentistas si llega a ganar las elecciones y encabeza el Govern saliente tras el 21-D. "Yo si soy presidente de la Generalitat, precisamente porque hablo de reconciliación y me lo creo de verdad, tomaré todas las medidas que me parezcan adecuadas para coser heridas", repitió.