Carles Puigdemont es "el gran vencedor de las elecciones". Así de rotunda se muestra su candidatura en un comunicado, a pesar de que su lista se quedó a más de tres puntos y medio de Ciudadanos. "Ganamos las elecciones", dice el texto refiriéndose a la mayoría absoluta de escaños, aunque el independentismo logró el 47,5% de los votos, menos de la mitad.
"Sólo hay un tipo de gente que no quiere que Puigdemont sea investido president: los que no creen en la democracia", dice otro de sus argumentos, aunque ERC ya maniobre para investir a Oriol Junqueras argumentando que el expresident no podrá volver a España.
La insistencia de JuntxCat en que Puigdemont sea investido ("para que vuelva el president hay que votar al president. La gente lo ha hecho. Lo que ha votado la gente no lo pude cambiarlo el Parlament", dice otra línea del argumentario) hace prever unas negociaciones muy difíciles.
Difíciles negociaciones
Con JuntsxCat enrocado, el tiempo probablemente se convertirá en un elemento negociador y las negociaciones en un pulso con ERC por el poder. De momento, se encuentran en un momento muy inicial, pero se espera que se intensifiquen desde el martes, ya que Mariano Rajoy ha decidido que el 17 de enero se constituirá el Parlament y ahí habrá una primera prueba de fuego con la elección de la Mesa y el presidente de la cámara autonómica.
Ahora mismo hay un total de ocho electos que no pueden votar. Tres de ellos (Junqueras, Joaquim Forn, ex conseller de Interior, y Jordi Sánchez, expresidente de la ANC) podrían salir en libertad o lograr permiso para votar antes de la sesión constitutiva si así lo decide el Tribunal Supremo. Pero los otros cinco, comenzando por Puigdemont, son una incógnita porque están en Bruselas, adonde huyeron de la Justicia.
Si JuntsxCat mantiene el pulso, en el Parlament no habrá más diputados independentistas que aquellos que no lo son (Ciudadanos, PSC, PP y Catalunya En Comú Podem), por lo que la investidura quedaría en el aire. Todo podría pasar.
Los plazos
El 17 de enero marca el inicio de un proceso en el que los plazos son automáticos. Tras la sesión constitutiva, el primer debate de investidura tendrá que celebrarse, como máximo, el 31 de enero o el 1 de febrero.
Si el candidato no logra la mayoría absoluta a la primera, 48 horas más tarde se celebrará otra votación en la que sólo hace falta una mayoría simple. Si nadie lo consigue, se abre un plazo de dos meses para un nuevo intento, con las mismas normas.
Si el 1 de abril Cataluña no tiene presidente, Rajoy tendrá que convocar de nuevo elecciones en un plazo de entre "cuarenta y sesenta días". El primer domingo disponible es el 27 de mayo.