Entre gritos de "¡Viva Tabarnia!" y "¡president, president!" dirigidos al actor y dramaturgo Albert Boadella ha transcurrido la presentación de la Plataforma por Tabarnia en Barcelona en un auditorio del Colegio de Periodistas de Cataluña lleno hasta los topes y en el que los cámaras de televisión se las han visto y deseado para conseguir grabar por encima de las cabezas del respetable. Los promotores de la plataforma son principalmente tuiteros y personas anónimas contrarias al independentismo, entre ellas la nueva estrella mediática y bestia negra del independentismo Jaume Vives, y aglutina organizaciones cívicas, redes sociales, páginas web y cientos de miles de apoyos (300.000 de momento según sus organizadores).
Mucha ha sido, en definitiva, la expectación levantada por el discurso del actor, dramaturgo y "presidente de Tabarnia en el exilio" Albert Boadella, que ha hecho su aparición por plasma y al tarrallendense grito de "Tabarneses, no sóc aquí". Su discurso, corto y conciso pero muy contundente, ha sido fiel a esa máxima de la sabiduría popular que dice que entre broma y broma, la verdad asoma. Porque si algo ha quedado claro hoy en el Colegio de Periodistas de Cataluña es que Tabarnia no es una “ocurrencia”, como ha dicho también hoy la alcaldesa de Barcelona Ada Colau entrevistada por Carlos Alsina en Onda Cero, sino algo bastante más serio.
“Los rufianes han destrozado Catalunya, pretenden destrozar España y Europa si pueden” ha dicho Albert Boadella. "A los separatistas no les importa llevarnos a la ruina absoluta. Afortunadamente, la Moreneta nos ha iluminado y los ciudadanos de Tabarnia han iniciado el renacimiento del sentido común” ha continuado. Cada una de sus frases era jaleada con alborozo por los presentes y no tanto por los enviados de los medios independentistas. Pero lo mejor estaba por llegar.
“Los tabarneses queremos seguir siendo copropietarios del Museo del Prado y de la Alhambra” ha continuado Boadella frente a los aplausos del público. "En Tabarnia se puede ser libre sin ser perseguido como traidor, en Tabarnia cabemos todos. 'El payaso Boadella', dirán los rufianes. Es cierto, soy un payaso. Pero a su lado soy un modesto aprendiz. Porque por mucho que he hecho, por mucho que me he esforzado, por mucho que he trabajado, no he conseguido nunca superarles. Siempre han ido por delante con sus farsas. ¡Sus golferías son espectaculares! Han convertido el Parlamento en el auténtico Teatro Nacional de Cataluña. Viva Tabarnia, que es lo mismo que decir Viva España”.
Boadella ha finalizado su discurso con un plástico (y sonoro) corte de mangas dedicado a los nacionalistas catalanes y a "la Cataluña que nos quieren imponer". El corte de mangas de Boadella ya ha sido convertido en gif por el tuitero Sergio HJ (@serchohj) y es más que probable que se convierta en la respuesta estándar en las redes sociales a los habituales insultos del independentismo.
Pero el primero en hablar no ha sido Boadella sino Joan López Alegre, periodista y cuota constitucionalista de rigor (es decir demócrata) en TV3. “La idea de que Cataluña es un solo pueblo está muy lejos de ser verdad” ha dicho. “Tabarnia no es una república, es el Reino de España. Los políticos separatistas han maltratado a Cataluña en general y a Tabarnia en particular” ha continuado. López Alegre ha rematado la faena con un torpedo en la línea de flotación de la autoestima nacionalista: "Cataluña crea menos empresas que Andalucía, que Murcia, que Extremadura. Cataluña es la comunidad menos emprendedora de España”.
A López Alegre le ha seguido Jaume Vives, que ha dado el titular de la mañana: “Tabarnia es un espejo del independentismo y llegará tan lejos como el independentismo quiera llegar”. Una frase que, a tenor de las muchas preguntas realizadas sobre ella por los medios independentistas a la finalización de la presentación, parece haber sido percibida por el nacionalismo como una amenaza. Jaume Vives, que se hizo famoso por sus actos nocturnos de "resistencia" en una terraza del barrio de Balmes, ha explicado que Tabarnia es “el pueblo de los catalanes que no queremos dejar de ser españoles". Y ha añadido: "Tabarnia no es una broma ni una ocurrencia, es la respuesta natural de un pueblo perseguido, del que se ha dicho que no existe y que si existe es peligroso y facha”.