Este martes, Pedro Sánchez habló de "guerra fría" entre el PP y Ciudadanos, pero la competición por liderar el centro derecha es ya una pelea sin guantes. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lo reconoció indirectamente con una inusual respuesta a Albert Rivera. Si otras veces lo ha ignorado y, en ocasiones, despreciado, en la primera sesión de control al Ejecutivo de 2018 acabó pidiéndole una tregua.
"No se equivoque de adversarios. El problema de Cataluña no es un problema que haya organizado el Gobierno", dijo Rajoy a Rivera, que le preguntaba por el auto del juzgado número 13 de Barcelona en el que el juez consideraba "evidente" que el referéndum del 1 de octubre, suspendido por el Tribunal Constitucional, había sido sufragado "en parte o en su totalidad" con dinero del Fondo de Liquidez Autonómica que depende del Gobierno y del titular de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Rajoy negó tajantemente lo dicho por el juez. "No se dedicó ni un solo euro del FLA al referéndum ilegal que supuestamente se iba a celebrar en Cataluña", ya que es el Estado el que paga a los proveedores a través de ese mecanismo y, en el caso de Cataluña, se ha impuesto un control de pagos específico que, según él, evita que se haya destinado dinero a esos fines.
Rivera no se lo creía, mostrando recortes de prensa, y pidió a Rajoy que aclarase quién dimitiría en el Gobierno en caso de que esas sospechas se demostraran ciertas. "Critica mas al Gobierno de España que a quien debe criticar, que son los responsables de la Generalitat de Cataluña", respondió Rajoy.
"Le tomo la palabra, ni un céntimo. Pero si el juez demuestra que se ha destinado un céntimo al 1-O, ¿quién va a dimitir de su Gobierno?", preguntó Rivera.
La respuesta pudo causar estupefacción en Ciudadanos, un partido nacido para luchar contra el nacionalismo que el 21 de diciembre superó ampliamente el millón de votos y obtuvo 36 diputados frente a los cuatro del PP, que perdió seis. La victoria de Cs contra esos "responsables de la Generalitat", aun cuando no logró quitarles la mayoría absoluta, fue tan histórica como la derrota del PP, partido que gobierna España pero que es ya casi marginal en Cataluña.
Las palabras de Rajoy llegan en un momento en que todas las encuestas dibujan una tendencia al alza de Ciudadanos en plena caída libre del PP, que según el último barómetro del CIS ha perdido más de siete puntos en estimación de voto desde las últimas elecciones generales. En el PP hay, además, orden de combatir por tierra, mar y aire a Ciudadanos, que amenaza con disputarle su espacio.