La democratización del PSOE en sus listas electorales no será total. La Ejecutiva socialista aprobará este lunes un nuevo reglamento sobre las elección de candidatos y primarias que servirá como libro de instrucciones para 2019, el superaño electoral en el que coincidirán las elecciones autonómicas, municipales, europeas y, dependiendo de Mariano Rajoy, las elecciones generales. 

Pedro Sánchez volvió a Ferraz tras una campaña de primarias en la que prometió democratizar al máximo el partido, pero la dirección socialista quiere reservarse más poder en la elección de candidatos del que el último congreso del partido decidió en junio del año pasado.

El PSOE seguirá siendo uno de los partidos con mayor competición interna, especialmente si se compara con el PP, donde la dirección y, en especial, el presidente del partido, tiene un poder casi absoluto. Pero Sánchez incumplirá sus promesas de campaña y las resoluciones del congreso, según las cuales serían las bases las que decidirían sin apenas límites.

Blindaje autonómico y exclusión de simpatizantes

"Los candidatos y candidatas a la presidencia de los Gobiernos de España y autonómicos, así como a las alcaldías y la cabeza de lista al Parlamento Europeo serán elegidos mediante Primarias abiertas a todos los militantes y simpatizantes", decía la resolución del congreso socialista. 

Los planes de Ferraz, que deberán ser ratificados por el Comité Federal del próximo 17 de septiembre, pasan por incluir las primarias abiertas a militantes y simpatizantes para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno. Ahí no hay cambio.

Sin embargo, las primarias serán sólo para los militantes para los demás cabezas de cartel y sólo se abrirán a simpatizantes si la dirección regional o federal lo pide. Sánchez impulsa ahora, de esta manera, un modelo similar al que ya había y que permitió que en comunidades como la valenciana se abriesen las primarias a los simpatizantes por acuerdo entre la federación y Ferraz. De ninguna manera será ya algo automático, como preveía la resolución del congreso federal. 

Por otra parte, el reglamento incluye una cláusula para tratar de blindar a presidentes y alcaldes en ejercicio, con lo que las primarias no estarán siempre aseguradas, como ha informado El Confidencial. Hará falta un elevado número de avales para que, dentro del PSOE, un militante trate de disputar la candidatura a otro que ya ejerza en ese cargo. 

La confección de las listas

Por otra parte, la dirección seguirá teniendo el poder determinante en la confección del resto de las listas, a partir del candidato a la presidencia o la alcaldía. Hasta ahora, la Comisión Federal de Listas tenía la última palabra (a falta de ratificación por el Comité Federal), pero en el último congreso socialista se cedió el poder a las bases. 

"La elección de candidatos y candidatas al Congreso, Senado, Parlamento Europeo, Parlamentos de CCAA y Ayuntamientos (a partir de un tamaño de población a determinar) se realizará por el voto secreto y directo de los militantes y simpatizantes". En otras palabras: serían las bases, al nivel que correspondiese, los que con sus votos determinarían quiénes y en qué puestos concurrirían.

Pues bien: los simpatizantes no tendrán nada que decir en la elaboración de las listas, tal y como adelantó la Cadena Ser, y las propuestas de los militantes no serán vinculantes.

La dirección se reserva así la posibilidad de hacer fichajes externos pero también ignorar la voz de la militancia si cree que el candidato que ha elegido no es idóneo o no debe ir tan arriba en la lista.

Se espera que todas estas propuestas queden plasmadas este lunes en la propuesta de reglamento, consensuado con las federaciones (a algunas ya no les gustaba una descentralización total o un modelo asambleario) y que se someterá a votación en el Comité Federal, máximo órgano entre congresos, el próximo sábado en Aranjuez. 

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