La exdiputada de la CUP Mireia Boya ha insinuado hoy que los atentados del pasado mes de agosto en Barcelona y Cambrils (Tarragona), en los que fallecieron 16 personas, fueron "terrorismo de Estado" para intentar "parar el independentismo".
En una serie de tuits publicados hoy, Boya dice que el exconseller Joaquim Forn está en prisión "por venganza" por la gestión que hizo la conselleria de Interior tras los atentados, y apunta que la Europol "tiene información" que algún día verá la luz sobre el imán de Ripoll -considerado el cerebro de los ataques-, el CNI y "quien está verdaderamente detrás de los atentados".
Boya, que esta semana ha declarado ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena acusada del delito de rebelión dentro de la causa abierta contra responsables y dirigentes del "procés" independentista, afirma que existe una guerra interna en el PP entre Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal.
La vicepresidenta, asegura Boya, fue "la responsable de la denominada Operación Cataluña junto con (el exministro del Interior) Jorge Fernández Díaz", mientras que ahora el ministerio está en manos de José Ignacio Zoido, que ella sugiere que es próximo a Cospedal.
Explica Boya que la pasada primavera, cuando se anunció la fecha del referéndum de independencia del 1 de octubre, "periodistas estatales advirtieron que el Estado estaba dispuesto a todo a partir de agosto" para impedirlo, añade la dirigente cupera, que exige también explicaciones sobre por qué el imán de Ripoll "trabajaba de confidente para el CNI".
"Quizá era terrorismo de Estado, un intento de decretar el estado de excepción y sacar el ejército a la calle. Guerra psicológica a un mes y medio del referéndum, para evitarlo", sostiene la exdiputada independentista, que incide en que desde el Gobierno "no perdonarán nunca" la gestión que hicieron de los atentados tanto Forn como el mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero, destituido en octubre.
"No nos pudieron parar el 1-O", asevera Boya, que plantea también que "quizá" el juez Llarena ha encarcelado a Joaquim Forn "como favor a Cospedal, por venganza por agosto".
"Vergüenzas de un Estado dispuesto a utilizar cualquier método para parar el independentismo. La prisión es silencio. La violencia no es nuestra, es suya", concluye.