Podría llamársele "el último federalista". El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha desplegado este miércoles sus razones para una reforma de la Constitución que actualice el proyecto de país de España, corrija las asimetrías y garantice desde la igualdad de los ciudadanos la diversidad de sus territorios.
En un discurso en el Senado, donde clausuró el VII Foro de las Autonomías, Puig apostó decididamente por reformar la Carta Magna a pesar de la parálisis política que vive España por la fragmentación y competición de los partidos y por la grave crisis institucional de Cataluña.
"¿Qué visión de futuro tenemos de España?", se preguntó. "El futuro de España va mucho más allá del problema catalán", advirtió. Según él "las asimetrías que existen en España son insostenibles", para empezar, por algo tan sencillo como la financiación.
"En 2015, entre las comunidades autónomas de régimen común, hubo 728 euros por habitante de diferencia, entre la mejor financiada y la Comunitat Valenciana", lamentó. "Un 33% menos sólo por el hecho de haber nacido en un territorio diferente", según él.
Puig cree que la reforma de la financiación autonómica es urgente y que la nueva Constitución debe consagrar y aclarar las competencias autonómicas y sus recursos, porque será tanto como garantizar los derechos de unos ciudadanos que reciben de esas administraciones servicios como la Sanidad o la Educación.
"Somos conscientes de que existen reservas a una reforma constitucional", dijo Puig, pero la Comunidad Valenciana, gobernada por una coalición de socialistas y Compromís, con apoyo parlamentario de Podemos, la propone ante la "tendencia recentralizadora" que advierten en el Gobierno central, "acrecentada por la crisis catalana", que "supondría una involución democrática".
Igualdad de los ciudadanos
Puig no quiere reformar la Constitución para consolidar privilegios sino al contrario, "para que sea real la igualdad de todos los ciudadanos, vivan donde vivan", ha dicho.
El actual modelo constitucional "está agotado porque permite desigualdad, y adolece de instrumentos de lealtad institucional". Según él, el Senado debería ser el verdadero órgano de representación y resolución de problemas territoriales. Las comunidades autónomas deberían estar representadas, según él, en un modelo inspirado en el Bundesrat alemán o el Senado canadiense.
No ceder el idioma al nacionalismo excluyente
El president valenciano también hizo un elogio de la diversidad y las lenguas cooficiales. "Si pensamos que todas las lenguas que se hablan en España de alguna manera son lenguas españolas, hay que llevarlo a la realidad". "No podemos abandonar la defensa de nuestro patrimonio lingüístico en el terreno de los nacionalismos excluyentes".
"Pedimos valentía para abrir el melón de la reforma" porque "el peor riesgo es no hacer nada" y seguir "anclados en la sinrazón de la parálisis". "No todo puede ser cálculo electoral y partidismo, las grandes cuestiones y el sistema de financiación autonómica han de acometerse con un consenso básico, alejado de los intereses puntuales del Gobierno" , pidió.
Puig ha cerrado el VII Foro de las Autonomías, organizado por el Instituto de Derecho Público, entidad universitaria catalana que dirige el constitucionalista Eliseo Aja y que ha debatido durante todo el día con expertos sobre el modelo autonómico, entre otras cuestiones.
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