El Gobierno del PP y Ciudadanos tienen un acuerdo para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Dicho pacto incluye medidas como el incremento de las pensiones para 7,5 millones de españoles, una bajada de IRPF para las rentas más bajas o el aumento a cinco semanas del permiso de paternidad. Todas estas iniciativas dependen ahora del PNV. Y los nacionalistas vascos solo darán su "sí" definitivo en caso de que el artículo 155 deje de estar en vigor en Cataluña. O, lo que es lo mismo, las cuentas públicas del estado dependen de que los independentistas catalanes logren investir a un candidato como president.
El Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy aprobará este martes en un Consejo de Ministros los Presupuestos Generales del Estado (PGE). La aprobación por el Gobierno es solo el primer trámite. Para que las cuentas públicas salgan adelante tienen que aprobarse por mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados. Los votos de PP y Ciudadanos respaldarán las cuentas, pero es necesario que el PNV haga lo propio para que se aprueben.
Solo si el PNV se suma a PP y Cs habrá Presupuestos. En puridad, esto no ha cambiado un ápice desde el pasado octubre, cuando ya se daba por hecho que las cuentas saldrían adelante pero los nacionalistas vascos cambiaron de opinión por la crisis política desatada en Cataluña tras el referéndum de 1-O. La historia puede repetirse ahora.
Un pacto que parecía hecho
En las últimas semanas unos y otros daban por hecho que finalmente el PNV, que ya arrancó el cupo vasco al Gobierno, respaldaría las cuentas. El asunto catalán se había enfriado y el camino parecía libre. Sin embargo, en los últimos días han coincidido dos hechos novedosos: el Gobierno y Cs han cerrado el pacto esperado y, al mismo tiempo, la situación en Cataluña se ha recrudecido.
Albert Rivera presentaba el pacto mencionado este lunes. El líder de Cs destacaba como grandes logros la mencionada bajada de impuestos a rentas bajas, el aumento de las pensiones por encima del IPC para 7,5 millones de españoles o el incremento de la baja por paternidad a cinco semanas. Cuando le preguntaban por la posición de los nacionalistas vascos por los hechos en Cataluña, Rivera daba por descontado que el Gobierno "tiene amarrados" los votos del PNV que necesita.
El PNV sigue en sus trece
Horas después, fuentes de la dirección de PNV afirmaban a Efe que ni siquiera negociarán las cuentas con el Gobierno porque "la mejor manera de defender los intereses de Euskadi es no legitimar el artículo 155 con el apoyo a los presupuestos del Gobierno que lo aplicó". Desde la formación vasca aseguraban no haber dedicado "ni un segundo" a dicha negociación y remarcaban que cumplirán "a rajatabla y hasta el final" su compromiso de no negociar mientras la aplicación del artículo 155 en Cataluña siga en vigor.
En este contexto, la única manera para que el PNV varíe su postura es que haya un president de la Generalitat en Cataluña. Porque en ese momento dejaría de funcionar la intervención gubernamental derivada del artículo 155 de la Constitución. Una vez fracasada la investidura de Jordi Turull, los nacionalistas catalanes (JxCat, ERC y la CUP) tienen un plazo de dos meses para llegar a un acuerdo que suponga la investidura de un president.
Y, por paradójico que parezca, en el PP esperan que haya pacto de los independentistas en este plazo para lograr la aprobación de los Presupuestos. Si no es así, será muy complicado, por no decir imposible, que aumenten las pensiones y que los padres dispongan de cinco semanas por el nacimiento de sus hijos.
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