El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha asegurado este sábado que la crecida extraordinaria del río Ebro está en la actualidad "razonablemente controlada" y, aunque ha descartado que afecte a los cascos urbanos de las poblaciones ribereñas, ha subrayado que se mantiene la situación de alerta.
Lambán ha hecho estas afirmaciones a los medios de comunicación tras realizar una visita al barrio zaragozano de Monzalbarba, donde la crecida del Ebro aconsejó ayer el desalojo de una residencia para personas mayores.
El responsable autonómico, horas después de conocer las primeras afecciones causadas por el agua, ha destacado que la crecida se ha producido finalmente en "términos menos dramáticos de los que se esperaba en un primer momento".
Lambán, que ha presidido en la mañana del sábado una reunión del Centro de Emergencias (CECOP) a la que asistirá la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha asegurado que "lo más destacable" es la respuesta coordinada de las instituciones y de la sociedad civil para hacer frente a la riada.
Ha apelado además a la "tranquilidad" de los vecinos de las zonas más próximas al Ebro, aunque ha advertido que se mantendrá la situación de alerta y los medios operativos desplegados para hacer frente a las emergencias.
La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha adelantado este sábado que el Gobierno de España declarará "lo antes posible" como "zona de urgente actuación" las áreas ribereñas más afectadas por la crecida del Ebro.
Así lo ha anunciado al término de una reunión en el Centro de Coordinación Operativa (CECOP) que el Gobierno de Aragón ha preparado para gestionar esta avenida extraordinaria y antes de que visite dos localidades afectadas: Novillas (Zaragoza) y Buñuel (Navarra).
Con la declaración de "zona de urgente actuación" se podrá intervenir "lo antes posible" para devolver la normalidad a las personas afectadas por la crecida extraordinaria del río, que se acerca a los niveles registrados en 2015. No obstante, ha apuntado que, en primer lugar, hay que esperar a que la actual situación remita y valorar los daños.