Cristina Cifuentes fue pillada robando en un hipermercado del Puente de Vallecas, cuando era la número dos de la Asamblea de Madrid. En el vídeo se ve a Cifuentes en una sala apartada del hipermercado junto a dos guardias de seguridad que revisan su bolso y le retiran dos cremas anti-edad de la marca Olay.
Las imágenes relanzan el rumor de que la presidenta de la Comunidad podría ser cleptómana. Como publicó EL ESPAÑOL en 2016, en los meses previos a las elecciones autonómicas del 24 de mayo de 2015, rivales del PP encargaron espiar a Cifuentes y difundir el rumor de que era cleptómana. El objetivo principal de este espionaje era elaborar un dossier con información comprometedora contra ella, para filtrarlo después a la prensa en fechas cercanas a las elecciones autonómicas y frustrar su carrera política y su candidatura para suceder a Ignacio González al frente de la Comunidad de Madrid.
Los detectives contratados investigaron también su historial laboral anterior, con especial atención a su salida como directora del Colegio Mayor Universitario Angel Antonio Caro, de la que fue máxima responsable como funcionaria universitaria entre 1995 y 1999.
La estrategia para socavar la imagen de Cristina Cifuentes consistía en que sus rivales expandieran entre los círculos políticos y mediáticos el rumor de que la actual responsable del PP madrileño arrastraba un problema de cleptomanía. Es decir, que robaba pequeñas cosas de forma compulsiva desde hace años. Para dar veracidad al descrédito, deslizaron que el objetivo de los detectives iba a ser localizar la grabación de las cámaras de seguridad de un supermercado cercano a la Asamblea de Madrid en el que la actual presidenta aparecería sustrayendo artículos. Imágenes que salen ahora a la luz.
En el vídeo publicado por OK Diario, Cifuentes fue retenida durante 45 minutos por los vigilantes del hipermercado Eroski de Vallecas, en frente de la Asamblea de Madrid, tras ser descubierta por una dependienta de la sección de perfumería. Los hechos se produjeron el 4 de mayo de 2011, cuando Cifuentes ocupaba el cargo de vicepresidenta primera de la Asamblea de Madrid y los productos sustraídos estaban valorados en 40 euros, importe que la presidenta abona tras ser descubierta.
Al principio, Cifuentes intentó negar el hurto, diciendo que ya llevaba los dos botes en el bolso al entrar al supermercado pero al ser confrontada por dos agentes de la policía, llamados por los vigilantes, la presidenta reculó y decidió pagar los productos.
Los dos agentes de policía se percataron de inmediato de quién se trataba y lo comunicaron a sus superiores, recibiendo el orden de dejar a Cifuentes en libertad de manera inmediata.
En ese momento, Cristina Cifuentes ocupaba el puesto número 13 de la lista encabezada por Esperanza Aguirre y había sido presidenta de distintas comisiones de la Asamblea, como Presidencia, Justicia e Interior. La seguridad de la Asamblea de Madrid fue informada del hurto, pero el incidente se mantuvo en secreto y no impidió que Cifuentes fuera nombrada Delegada del Gobierno, presidenta del PP de Madrid, responsable del Comité Regional de Derechos y Garantías y luego Presidenta de la Comunidad.
Quizás por ello la preocupación sobre los espionajes se incrementó cuando Cifuentes ocupó su cargo como presidenta de la Comunidad de Madrid. Su dispositivo de seguridad recibió instrucciones para estar alerta sobre seguimientos de este tipo y un equipo de la Comisaría de Información de la Jefatura Superior de Policía de Madrid realizó un barrido sobre las dependencias autonómicas ocupadas por el equipo de Cifuentes en busca de micrófonos ocultos o cualquier otro mecanismo de escucha.
La alerta sobre la guerra sucia en el seno del PP madrileño tuvo otra consecuencia. Hasta la llegada de Cifuentes a la Real Casa de Correos, uno de los encargados de coordinar la seguridad del equipo directivo en sus desplazamientos era Óscar Victoria, funcionario de la Comunidad de Madrid y hermano del ex vicepresidente de la Comunidad, Salvador Victoria. Tras la toma de posesión de la actual presidenta, Victoria ha sido destinado al servicio de emergencias 112.
Esta noticia se suma al escándalo sobre el máster de Cristina Cifuentes, que estalló hace unas semanas.