El presidente del Parlament, Roger Torrent, no se reunirá con el Rey Felipe VI para comunicarle en persona la investidura de Quim Torra como presidente de la Generalitat y se limitará a informarle, previsiblemente, por escrito y telemáticamente. La segunda autoridad de Cataluña escenifica así la ruptura total de la Generalitat con la Monarquía por el papel activo que ha tenido Felipe VI en la defensa del orden constitucional y estatutario.
Según han explicado a Efe fuentes del entorno de Torrent, tras la investidura de Quim Torra como 131 presidente de la Generalitat, nombramiento que debe rubricar Felipe VI, el presidente de la cámara catalana no solicitará una reunión con el Monarca como habitualmente solía hacerse en anteriores legislaturas.
Una tradición protocolaria que ya se rompió tras la investidura de Carles Puigdemont, cuando el Rey no recibió a la entonces presidenta del Parlament, Carme Forcadell, pese a que ésta sí solicitó un encuentro.
Este es uno de los motivos, precisan las citadas fuentes, por las que Torrent no pedirá una audiencia con el Rey.
Pero, además, según estas fuentes, con este gesto Torrent quiere visualizar también su rechazo al discurso del Rey Felipe VI del pasado 3 de octubre, en el que "no se solidarizó con las víctimas" durante la actuación policial en la jornada del 1-O, y al hecho de que no se haya pronunciado sobre la "existencia de presos políticos en su Estado"