La Guardia Civil ha detenido al dueño de la pirotecina La Gallega, Francisco González Lameiro, por homicidio imprudente y estragos después de la fuerte explosión que se ha registrado este miércoles en Tui, según ha podido confirmar este periódico. La deflagración, en la que han fallecido dos personas, se ha producido en el cobertizo anexo a una vivienda particular que supuestamente actuaba como almacén clandestino y que era propiedad de un familiar del arrestado, que ha sido trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra.
El alcalde de Tui, Carlos Vázquez Padín, y su antecesor en el cargo, Enrique Cabaleiro, han confirmado que la pirotecnia, situada en la parroquia cercana de Baldráns, había sido precintada en cumplimiento de una resolución judicial por un contencioso derivado de problemas urbanísticos. "Todo parece indicar que el responsable de la empresa, una vez que esta quedó precintada, trasladó a esa vivienda particular de un familiar o bien la actividad o, al menos, el material pirotécnico para ser almacenado", ha señalado Cabaleiro en la Radio Galega. Se desconoce la cantidad de artefactos explosivos acumulada.
Otras fuentes citadas por la agencia Europa Press han explicado que, pese a que la empresa tuvo problemas urbanísticos en el pasado, en la actualidad se encontraba operativa, abierta al público y "funcionando con normalidad". En este sentido han precisado que la detención no se deriva de la actividad de la pirotecnia, sino del hecho de que el dueño tuviera almacenado, de forma "clandestina", material pirotécnico en la vivienda en Paramos. El hombre ha sido detenido por efectivos de la Guardia Civil en la "zona cero" de la explosión.
El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, confirmó a última hora del miércoles que la explosión había provocado al menos la muerte de una persona y otras 30, de las cuales nueve son menores, resultaron heridas. Este jueves los equipos de rescate han localizado un segundo cadáver en la la misma vivienda donde se halló la otra víctima. Santiago Villanueva, el delegado del Gobierno en Galicia, había explicado que se buscaba a un desaparecido que vivía en una de las casas afectadas por la deflagración. Los bomberos siguen realizando trabajos de desescombro.
Por su parte, Alberto Núñez Feijóo, el presidente gallego, ha informado de que los TEDAX revisaron la zona para comprobar que no hubiese más elementos explosivos. La Xunta también ha confirmado que hay cerca una decena de casas completamente derruidas. "La zona está totalmente devastada", ha reconocido Villanueva. La explosión arrasó con todo en un radio de 300 metros y se sintió en todo el sur de la provincia de Pontevedra. Muchos vecinos definieron la situación como "una zona de guerra".