El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha guillotinado al presidente del Gobierno con el que pactó el cupo vasco y unos suculentos presupuestos para el País Vasco con detenimiento. Como introducción, se ha mofado de la incapacidad de “la nación española” para llegar a acuerdos, una circunstancia que ha permitido al PNV llevar la batuta casi de la legislatura.
Durante toda su intervención mantuvo el suspense sin necesidad. Así, dijo que el PNV era consciente de que si apoyaba la moción le acusarían de "generar inestabilidad", y que si no la respaldaba le reprocharían “encubrir la corrupción”. Luego ha explicado los motivos de su sí a Pedro Sánchez, su no a Mariano Rajoy.
Aitor Esteban ha puesto el foco en la sentencia, en el “impacto y la percepción pública" tras la condena por el caso Gürtel; en la inestabilidad asegurada en un horizonte "de mociones de censura incesantes", en alusión a la amagada por Cs y la anunciada por Podemos; en la débil recuperación económica española, "que hace que Europa nos mire con preocupación"; y en la incapacidad del Gobierno para comprender que no puede diferir sus responsabilidad política a las decisiones de los tribunales. En este sentido, recordó también “el goteo de los tribunales” por los causas abiertas que afectan al PP.
Esteban ironizó sobre lo bien que Sánchez ha jugado sus cartas desde un punto de vista del juego electoral, aunque advirtió de que lo que viene puede ser un mar de turbulencias: “No le arriendo la ganancia. Va a tener el apoyo de Podemos, que no le va a poner fáciles las cosas; va atener a Cs en contra y a un PP enrabietado... Si esto ya era un hervidero -resumió-, me temo que se va a convertir en un pimpampum constante”."
El portavoz del PNV también dijo a Sánchez que si la moción sale adelante -si Rajoy no dimite- "puede tener el botón para convocar elecciones”. En este sentido, le ha pedido “consensuar” la fecha de los próximos comicios, además de un reconocimiento del problema político de las naciones.
El candidato le prometió colaboración y diálogo.