El pasado 16 de mayo, Juan Antonio Puigserver, figura designada por el Ministerio del Interior para intervenir los Mossos d’Esquadra, hizo las maletas y regresó a Madrid. Aquel fue el primer paso que hizo pensar en un levantamiento inminente del 155. Este sábado, los 13 consellers de Quim Torra tomaron posesión de su cargo. Las competencias regresarán de forma inmediata a Cataluña y sectores de los Mossos d'Esquadra se preguntan cuál será su futuro inminente: quién les dirigirá y qué ocurrirá con toda la información relacionada con el procés de la que disponen.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, entre los 17.000 agentes que componen los Mossos d'Esquadra se respira con inquietud la próxima retirada del 155. Existe una brecha entre los que son más proclives a la proyección de un procés interrumpido y los que abogan por respetar la Constitución y el Estatut de autonomía de Cataluña.
Estos últimos se sienten, en cierta medida, protegidos bajo el paraguas del 155, pero también son conscientes de que el control del Ministerio de Interior sobre los Mossos d'Esquadra apunta a su fin. Más aún cuando Quim Torra, recién designado president de la Generalitat, ya ha nombrado su nuevo Ejecutivo.
En ese caso, la competencia sobre los Mossos d'Esquadra volvería a manos de la Conselleria de Interior catalana. Al frente de la misma se posicionará Miquel Buch i Moya, hasta hace poco máximo dirigente de la Associació Catalana de Municipis.
El futuro de los Mossos
La investigación sobre un posible desvío de dinero público para la financiación del procés recae sobre Guardia Civil y Policía Nacional. Pero buena parte de la documentación que han requerido ha pasado previamente por manos de los Mossos d'Esquadra. El pasado 10 de enero se conoció que parte de la documentación intervenida a la Policía autonómica catalana en una incineradora contenía información sensible sobre un supuesto desvío de tres millones de euros de fondos públicos hacia el procés independentista.
Por eso, los sectores de los Mossos próximos al cumplimiento de la Constitución y del Estatut temen la destrucción de documentos que hayan podido permanecer ocultos pese a la aplicación del 155: movimientos financieros, facturas, partidas presupuestarias... Estos mismos sectores también advierten de la "reanudación de la politización" del Cuerpo que se puede dar cuando las competencias vuelvan al Govern catalán.
"Hay muchas tensiones"
Desde la recién constituida Unió de Mossos per la Constitució (UCM) [Unión de Mossos por la Constitución] avalan esta tesis. Ángel Gómez Sánchez, presidente de esta asociación y agente destinado en una comisaría de Hospitalet de Llobregat, considera que "no se pueden asignar investigaciones en el ámbito judicial" a un Cuerpo "al que han descubierto incinerando documentos".
"Hay serios indicios de que se han ocultado o destruido pruebas, tanto en la documentación como en el encriptado de correos", advierte Gómez. Su proyecto asociativo suma a unos 300 mossos: "Canalizamos el sentir de otros muchos compañeros que no se atreven a dar este paso por miedo a las consecuencias".
El presidente de UCM advierte de que "hay muchas tensiones" dentro de los Mossos d'Esquadra, "especialmente en las zonas rurales, donde el ambiente está mucho más concentrado": "Cuando la dirección vuelva a la Conselleria de Interior, y si Quim Torra es fiel a su discurso secesionista, pueden darse situaciones muy difíciles, especialmente para los compañeros con un perfil constitucionalista".