El primer país que visite oficialmente Pedro Sánchez como presidente del Gobierno será Marruecos. Fuentes del Gobierno han confirmado a EL ESPAÑOL que el jefe del Ejecutivo tiene previsto mantener la tradición de cuatro de sus predecesores en el cargo. Al margen de visitas a reuniones de partido o de organismos internacionales fijadas con anterioridad en la agenda, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy viajaron a Marruecos en su primera visita oficial como presidentes.
El Gobierno trabaja ya en una fecha en coordinación con el Gobierno de Mohamed VI, liderado desde el año pasado por Saad Eddine El Otmani. "Marruecos está ahora en pleno ramadán hasta el 14 de junio y los reyes viajan a EEUU, por lo que antes no podrá ser, pero queremos mantener la tradición de que Marruecos sea el primer país que visite oficialmente el presidente", explica un miembro cercano a Sánchez.
La visita podría celebrarse tras el regreso de los reyes Felipe y Letizia de EEUU, donde viajan entre el 14 y el 19 de junio en un periplo que los llevará a la Casa Blanca, en Washington, donde serán recibidos por Donald Trump, además de Nueva Orleans (Luisiana), San Antonio (Texas). Los monarcas, a los que siempre acompaña un ministro a casi todos los actos, cruzarán el Atlántico con el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, que tendrá que estar presente en el viaje al país alauí.
Fuentes diplomáticas consultadas por este periódico lamentan que Sánchez no sorprenda también en este extremo, ya que consideran que Marruecos no debería ser la primera parada internacional del presidente. Las relaciones con el país vecino son esenciales por asuntos clave como la lucha antiterrorista o el control de los flujos migratorios, áreas en las que ambos Gobiernos colaboran exitosamente desde hace años.
¿Por qué no sorprender también en esto?
Sin embargo, hay voces que esperaban de Sánchez un nuevo gesto que revelase nuevas prioridades en política exterior o sirviese como mensaje a la opinión pública y lamentan la tradición, iniciada con González a pesar de que antes de Marruecos visitó de manera menos formal otros países. Adolfo Suárez fue a París pocos días después de ser nombrado presidente en 1976 y Calvo Sotelo viajó con José Pedro Pérez-Llorca a la República Federal Alemana en 1981.
Las relaciones con Rabat han sido siempre mimadas por los Gobiernos españoles. Atrás quedan incidentes como el de la toma del islote de Perejil, que enfrentó a ambos países en julio de 2002. Las relaciones institucionales han sido desde entonces más que correctas y cimentadas por los reyes, en especial por Juan Carlos I, al que unía una estrecha amistad con el padre del actual rey, Hassan II.
La autodeterminación del Sahara, la españolidad de Ceuta y Melilla y otros asuntos del día a día, como la colaboración entre ambos países en materia judicial, de seguridad, comercial o pesquera, suelen encauzarse sin mayor problema.
Los reyes tienen pendiente un viaje propio, cancelado ya en varias ocasiones. Previsto para marzo de este año, sigue sin fecha pero podría ser tanto o más importante, ya que las monarquías árabes consideran a Felipe VI un interlocutor más autorizado y de peso que el propio presidente del Gobierno.
Primera cumbre europea de Sánchez
Sánchez acabará su primer mes en la Moncloa con una cumbre europea en Bruselas, los días 28 y 29 de junio. El Consejo Europeo incluye numerosos asuntos de interés, desde la marcha de las negociaciones para formalizar la salida del Reino Unido de la Unión (el llamado Brexit), así como una cumbre de los países del euro y debates sobre migración, seguridad y defensa, economía o relaciones exteriores.
Si la agenda se complica, la cumbre de Bruselas podría llegar antes que el viaje a Marruecos. En la sede de las instituciones comunitarias, Sánchez se presentará en sociedad a los demás líderes. Hasta ahora sólo participaba en las reuniones previas que cada familia política europea organiza. Ahora participará como miembro de pleno derecho representando a España.
Con su moción de censura, Sánchez se ha convertido además en el líder de facto de una socialdemocracia europea que no pasa por sus mejores momentos. Además de España, sólo hay 5 países con primer ministro socialdemócrata: Portugal, Suecia, Rumanía, Eslovaquia y Malta. Los socialistas están en el Gobierno pero como miembros de una coalición liderada por otros en Alemania, donde asumen importantes ministerios.