El nuevo ministro de Cultura, José Guirao, avaló como experto la compra de varias obras de arte que la Abogacía de la Generalitat Valenciana y la Fiscalía considera falsas. Así lo ha declarado hoy el heredero del escultor Gerardo Rueda, investigado junto a la entonces cúpula del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) por dos contratos de 3,5 millones de euros para la compra de siete esculturas póstumas y la donación de casi un centenar, que pasaron a formar parte del catálogo del museo.
Ante el Juzgado de Instrucción número 21 de Valencia y asistido por el letrado Javier Vasallo, el heredero del autor ha explicado que Guirao, nuevo ministro de Cultura y exdirector del Museo Nacional Reina Sofía, rubricó como experto un documento en el que avalaba la compra de las obra tanto por su interés artístico como su valor de mercado. Y eso pese a que las obras se realizaron después de que el artista falleciera.
Es aquí donde reside la polémica. Para la Abogacía de la Generalitat y la Fiscalía, las obras son falsas ya que fueron elaboradas tras la muerte del artista y en un taller controlado por terceros. Sin embargo, tal y como avanzó EL ESPAÑOL, los criterios tanto de Hacienda como del sector del arte internacional son distintos. Por un lado, los derechos de autor recaen sobre el heredero del artista, que es quien controla las maquetas originales elaboradas por Gerardo Rueda para sus obras.
Por otro, Hacienda reconoce que cada autor puede hacer hasta ocho reproducciones de una misma obra que serán reconocidas como ediciones originales, y pueden ser vendidas con un IVA superreducido. Por encima de ese número, es reconocida como "obra múltiple". Y en cualquiera de los dos casos, la normativa contempla también la elaboración de obra póstuma por los herederos.
Pese a esto, la Abogacía de la Generalitat presentó denuncia el pasado 20 de julio contra la entonces presidenta del IVAM, Consuelo Císcar, contra el subdirector económico de la entidad, Juan Carlos Lledó, y contra Raquel Gutiérrez Pérez. El pasado mes de abril se confirmó además la calificación de investigado para el heredero de Gerardo Rueda. Según la tesis de la Administración, todos se concertaron para vender siete obras de este tipo al museo de arte moderno de Valencia a cambio de 3,5 millones de euros, además de otro medio millón destinado a su fabricación.
Es aquí donde cobra especial importancia el papel del actual ministro de Cultura, José Guirao. Según la versión del heredero de Gerardo Rueda, el máximo responsable del ministerio rubricó, entonces como experto, un escrito que avalaba la calidad de las obras y la legitimidad de las mismas, pese a estar terminadas diez años después del fallecimiento del autor y estar elaboradas por la Fundación Capa, una fundición y centro artístico al que, tal y como explicó EL ESPAÑOL, acuden numerosos autores para la manufactura de sus obras escultóricas.
"El IVAM ha dado un acertado paso a la hora de valorar la escultura dentro de su producción adquiriendo algunas de sus piezas más importantes en sus últimos tiempos que se han venido a añadir a otras dos esculturas que formaban parte de su colección desde hace varios años. La adquisición de obras ha venido acompañada de una generosa donación por parte de su hijo, contando en la actualidad el IVAM con la colección pública más importante del artista, con un total de 49 obras", escribía el ministro entonces sobre la operación.
De hecho, el propio ministro propició y negoció la compra de dos obras póstumas para el Reina Sofía.
Más de 2.000 documentos
En su declaración ante el juez, el hijo del escultor ha presentado un paquete de más de 2.000 documentos que prueban la autenticidad de las obras. Entre ellos, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, hay informes de expertos internacionales de reconocido prestigio que avalan la legitimidad de las esculturas, hay contratos con seguros que reflejan el importante valor de las mismas a precio de mercado y hay contratos firmados con otros museos, en las mismas condiciones.
Entre estas facturas hay una emitida por el propio Reina Sofía, que compró una obra póstuma de Gerardo Rueda por más de 350.000 euros cuando en actual ministro de Cultura era comisario de la exposición sobre el autor. Si las obras compradas por el IVAM son declaradas falsas, también debería serlo esta, avalada directamente por el actual ministro.
Pero el asunto va más allá, ya que la decisión de la Fiscalía cuestiona parte de los fondos artísticos de los principales museos mundiales. Prácticamente todos poseen obra póstuma que se considera y se expone como original. De hecho, en su declaración ante el juez, el heredero de Gerardo Rueda ha recordado que gran parte del fondo artístico del IVAM es obra póstuma del autor Julio González, fallecido en 1945. De hecho, el autor no hizo en vida una sola escultura en broce, como las que obran en poder del museo. Todas ellas fueron elaboradas años después, con los moldes originales y la aprobación de sus herederos.
En su declaración, el poseedor de los derechos sobre las obra de Rueda ha explicado que el actual ministro de Cultura fue el comisario de las dos exposiciones antológicas que el Reina Sofía dedicó a su padre. La muestra contó con 77 obras, dos de ellas eran póstumas y fueron adquiridas por el museo madrileño entre los años 1999 y 2000.
En 2004, el IVAM firmó el primer contrato para adquirir obras de Gerardo Rueda y en 2006 el segundo. En total, fueron 4,1 millones de euros si sumamos también los costes de fabricación. De hecho, el museo valenciano firmó dos contratos distintos, uno con el titular de los derechos y otro con la fundición encargada de elaborar las obras. Este ha sido otro de los argumentos de peso esgrimidos por el hijo del autor para explicar que en ningún momento pudo haber engaño alguno sobre la procedencia de las obras.
Además de las ocho esculturas facturadas, el heredero de Gerardo Rueda donó al centro otras 90 más, con un valor en el mercado que superaría según su valoración los 20 millones de euros.