Un balcón de poco más de un metro cuadrado. Ese era el espacio donde vivía, dormía, comía, orinaba y defecaba una perra en un piso del pacense municipio de Montijo sin salir a la calle en ningún momento. Su dueño la habría relegado a ese rincón donde le propinaba palizas cuando volvía de trabajar, usándola como un saco de boxeo con el que desahogase.
La asociación SOS 112 Vagabundos, dedicada al rescate de perros, vigiló durante días la vivienda desde la calle tras la denuncia de algunos vecinos. Cuando comprobaron la grave situación de maltrato en el que se encontraba el animal, alertaron a la Guardia Civil de Montijo del presunto delito que se podría estar dando.
Los agentes de la Benemérita y la Policía Local tuvieron que hacer uso de una pluma para acceder al balcón donde se encontraba la perra y bajarla a la calle entre sus brazos el pasado sábado.
Fracturas de huesos
Tras hacerle una revisión veterinaria, se comprobó que le faltaban dientes y otros los tenía rotos probablemente por los golpes recibidos. También sufría fractura de huesos, entre ellos una vértebra. Debido a la mala alimentación recibida, la perra también tenía un problema orgánico que le ha acarreado vómitos y diarrea días después del rescate. Por haber estado postrada durante tanto tiempo, la perra también tenía las uñas tan largas que no podía caminar.
"La perra llevaba meses aullando de dolor. Se le escuchaba desde la calle", explica Mari Luz Freijo, miembro de la asociación SOS 112 Vagabundos que alertó de la situación. Ahora, la perra está en manos de otra asociación de acogida de perros que Freijo prefiere no desvelar para garantizar su seguridad.
La Guardia Civil ha abierto diligencias contra el dueño por un presunto delito de maltrato animal doméstico. Una investigación que ya ha dirigido a los juzgados de instrucción de Montijo.
El delito de maltrato animal está penado con entre tres meses y un año y un día de prisión, según se refleja en el artículo 337 del Código Penal, así como con la inhabilitación especial de un año y un día para ejercer cualquier profesión que tenga relación con los animales. En cuanto al delito de abandono, si puede hacer peligrar la vida o la integridad del animal, está castigado con una pena de multa de uno a seis meses.