Gafas de sol, una colección de fotos de manos o unas carantoñas con su perra, de nombre Turca. La comunicación online de la Presidencia del Gobierno ha cambiado por completo con la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa. Pero son muchos, también en el Gobierno y en el grupo parlamentario, los que dudan.
Raro era el diputado que no comentaba este miércoles en el Congreso de los Diputados el último tuit de la cuenta oficial de la presidencia, a menudo oficial y anodina. Pero las cosas han cambiado:
Al poco de conocerse el tuit, las reacciones no se hicieron esperar. "Les va a perder la sobreactuación", explicaba un diputado socialista en conversación con este diario. "Lo único que les importa es la imagen", explicaba otro, particularmente crítico con el presidente del Gobierno. La frase "Las manos del Presidente marcan la determinación del Gobierno" hizo que más de uno pensase que la cuenta desde la que había sido tuiteado era falsa. "Menos mal que no han elegido otras partes de su cuerpo para describirnos el Gobierno...", ironizó otro.
Cada vez más la política es comunicación. Si el Gobierno cuanta con una base parlamentaria de 84 diputados, hay imágenes que pueden aspirar a compensar la debilidad para sacar las prioridades adelante. Según los adversarios de Sánchez, puede que su Gobierno sea de gestos, pero no será de gestión. En el PSOE reconocen que la mayoría de las medidas con las que se presentaron a las elecciones son sencillamente irrealizables por la falta de apoyos en el Congreso.
Incluso con una gran debilidad en el Congreso, el equipo de Sánchez cree que su presidencia puede ser muy exitosa aunque sólo sea por contraste. "Las formas son fondo en política y este Gobierno ha demostrado en muy poco tiempo que no estábamos condenados a sufrir a Rajoy, que hay muchas cosas que podemos hacer, desde rescatar al Aquarius a sacar a Franco del Valle de los Caídos o recuperar la sanidad gratuita y universal", explican fuentes del Gobierno.
Aunque el Gobierno trate de justificar su gestión, miembros muy cercanos a Sánchez consideran que la sesión fotográfica de las manos presidenciales ha sido un gran error. "Estamos haciendo ajustes", explicaba el propio presidente a la prensa en una conversación informal al salir de un debate en el Congreso en vez de reivindicar la foto que sus adversarios consideraron un gesto megalómano más propio de otros países.
Se buscaban responsables de la fotografía y varias fuentes de Moncloa señalaron directamente a la Secretaría de Estado de Comunicación que dirige Miguel Ángel Oliver, hasta hace unas semanas conductor de un informativo televisivo.
Bien es cierto que, aunque muchos miraron a Iván Redondo, jefe de Gabinete del presidente y asesor de comunicación, la propia Secretaría de Estado asumió rápidamente la autoría de la estrategia, que recuerda mucho a la de presidentes estadounidenses. En internet pueden encontrarse fácilmente imágenes de John Fitzgerald Kennedy en un avión con gafas de sol mientras un asesor se dirige a él, una imagen muy similar a la mostrada el fin de semana por Moncloa. Las imágenes de Barack Obama corriendo o juegando con su perro Bo en la Casa Blanca permanecen en la retina de millones de ciudadanos estadounidenses.
Al ser preguntado, el departamento de Oliver se explica argumentando que Moncloa está tratando de innovar. Y no sólo será con las fotos en redes sociales. "En los próximos días vamos lo vamos a hacer también con las fotos sociales", explican. "Hay muchas variantes en la imagen de un presidente del Gobierno: fotos en entrevistas, en actividades normales (Sánchez corre todos los días), o inusuales, en desplazamientos, con colaboradores..." explican.
El gesto de las manos permite "dar formas a mensajes más informales", explican las mismas fuentes. "No tienen demasiado estudio" y "unas han sido bien recibidas y otras han causado extrañeza", explican desde el equipo de comunicación del Gobierno. "No perseguíamos tanto foco, la verdad".
Tanto foco recibieron que las imágenes se hicieron virales en Twitter y durante estos días otras prioridades del Gobierno han tenido menos atención que estos detalles, así considerados por el Ejecutivo, pero lamentados por no pocos dirigentes socialistas.
A algunos políticos de la oposición la crítica "se le fue de las manos", según ironizarían en Moncloa. "Decirle al PSOE que a un hortera de medio a pelo venido a más que se pasea en un avión con gafas de sol", según José Luis Martínez-Almeida, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid.