Coincidiendo con  la salida de José Antonio Sánchez de la presidencia de Radio Televisión Española decenas de trabajadores protestaron vestidos de negro por la falta de independencia informativa del órgano público. En medio de este panorama, en el que la primera votación en el Congreso no ha logrado renovar el Consejo de RTVE, la gente vuelve la vista hacia la BBC, una de las compañías audiovisuales más poderosas del mundo y el modelo más  respetado.

El contrapunto de la BBC es RTVE: cada vez que se cambia de Gobierno se busca la renovación del Consejo de Administración de la cadena con la intención de que el ente pueda servir de altavoz a sus intereses.  Sánchez, nada más llegar al Gobierno, ha aprobado un decreto ley para renovar a los consejeros con carácter de urgencia. De los diez consejeros seis los elige el Congreso y cuatro el Senado. Es decir, el nuevo Consejo se elige completamente en el marco político, a diferencia de la BBC.

La cadena británica asienta su independencia en un proceso de elección de los miembros de su consejo de administración abierto. Este consejo está regulado por el Comisionado de Nombramientos Públicos y gestionado por un consultor independiente, Ofcom, que selecciona candidatos profesionales con experiencia y liderazgo en organizaciones de escala y complejidad significativas que operan en mercados globales, que tengan una habilidad comprobada para pensar en problemas complejos de manera estratégica, independiente e imaginativa, y que sean capaces de comunicar y representar a la BBC de manera competente ante los grupos de interés, las audiencias, el Parlamento y los medios de comunicación. 

Sánchez afronta su primer 'bache' a cuenta de RTVE

Su Carta Real, que entró en vigor en abril del pasado año, tiene una vigencia de once años durante los cuales la BBC tiene garantizado su modelo financiero mediante el cobro de una tasa que no depende del Gobierno. Ofcom le permite una toma ágil de decisiones y dar respuestas rápidas. Así puede asignar con una perspectiva de medio y largo plazo su presupuesto anual de más de 6.000 millones de euros. Un presupuesto que se ha mantenido constante a lo largo de los últimos cinco años.

La BBC también formó una Junta en abril de 2017, reemplazando al organismo rector anterior, la BBC Trust. La Junta establece la estrategia para la corporación, evalúa el desempeño de la Junta Ejecutiva de la BBC y nombra al director general. Además, cuenta con otro organismo, el Comité Ejecutivo, que es responsable de las operaciones cotidianas. Formado por altos directivos de la BBC, el Comité se reúne una vez al mes y se encarga de la gestión operativa y la prestación de servicios en un marco establecido por el Consejo, y está presidido por el director general, actualmente Tony Hall, que en este caso cumple las funciones de director ejecutivo y editor jefe.

Francia también sigue un modelo en el que prima la independencia. El principal organismo dentro de France Télévisions es el Consejo de Administración, compuesto por un presidente, que hace las veces de director general y 14 miembros cuyos mandatos están limitados a cinco años. Por debajo existen cuatro comités especiales que regulan aspectos vitales de la empresa pública: Auditoría, Estrategia, Remuneración y Adquisición de programas. La actual presidenta para el periodo 2015-2020 es Delphine Ernotte, elegida por el Consejo Superior Audiovisual (CSA), un organismo que garantiza la autonomía de funcionamiento por cuanto está compuesto por expertos ajenos a la política. Por debajo de estos comités, se encuentra un quinto, el Comité Ejecutivo, que se reúne con mayor frecuencia y lleva la gestión diaria de la compañía.

Italia

La cadena pública italaiana, RAI, está sin embargo tan politizada o más que RTVE. La RAI consta de una sociedad por acciones en la que el Ministerio de Economía y Finanzas controla el 99,56% y la Sociedad Italiana de Autores y Editores posee solamente un paquete testimonial del 0,44%.

Hay un Consejo de Administración compuesto por nueve miembros, de los cuales, siete son elegidos por la comisión parlamentaria de vigilancia, mientras que los dos restantes son elegidos por el Ministerio de Economía y Finanzas como accionista mayoritario. Los miembros del consejo tienen un mandato de tres años que pueden renovar al término del mismo. Para elegir el presidente del Consejo de Administración, el Ministerio de Economía presenta un candidato entre los dos consejeros que puede nombrar. Después, el Consejo debe aprobar el nombramiento por una mayoría de dos tercios de la comisión parlamentaria de vigilancia.