Los hechos ocurrían en la lonja de A Coruña. Los vendedores apostaban la mercancía, fundamentalmente cigalas -especie vedada este año-, frente a grupos cerrados de compradores. El marisco no contaba con ningún tipo de trazabilidad; o lo que es lo mismo, sin la documentación necesaria que detalla su procedencia y destino. E incluso carecía de las condiciones mínimas sanitarias. La operación Pinza Roja, explotada por la Guardia Civil, ha conducido a la intervención de 45 toneladas de cigalas en la lonja de la ciudad gallega.
Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de febrero cuando, en un control de documentación, se observó una partida de cigala fresca, detalla la Guardia Civil. Los agentes observaron que el marisco, en uno de los vehículos pertenecientes a minoristas a la salida del Puerto de A Coruña, no contaba con ningún tipo de trazabilidad. La partida llamó su atención porque este año la captura de la cigala está vedada en los caladeros de la zona norte de Galicia y el Cantábrico.
Las pesquisas condujeron hasta barcos de arrastre de la zona norte de A Coruña y Lugo (zona FAO 27-VIIIC). A raíz de la documentación recogida de partidas procedentes de importaciones de otros países, se solicitó apoyo del Servicio de Inspección de Veterinarios de Guardacostas de la Xunta, desde donde se elaboró un informe de trazabilidad de la documentación aportada por ese Servicio Marítimo, que confirmó las sospechas de los investigadores de que, efectivamente, se estaba vendiendo cigala fuera de los canales de comercialización y procedente de la zona FAO 27-VIIIC.
Este tipo de cigala sin trazabilidad se vendía de forma ilegal en el edificio de la lonja de A Coruña, fuera de las salas de subasta, concretamente en grupos cerrados de compradores en el interior de los almacenes de las vendedurías y pasillos de los almacenes de elaboración.
Las partidas intervenidas
Tras el operativo realizado se procedió a la aprehensión, en los muelles de carga de la lonja e interior de almacenes, de 333 kilos de cigala que han sido entregados al Banco de Alimentos de A Coruña.
Por otra parte se han incautado otros 227 kilos de especies varias, entre pescados y marisco, que han sido destruidas por carecer de garantías sanitarias.
Tras las indagaciones y seguimiento de la trazabilidad de la cigala a las empresas implicadas, se continuó la inspección en las instalaciones congeladoras y, debido a las irregularidades de la documentación, se procedió a la inmovilización de otros 44.807,5 kilos de cigala.
Durante la actuación se detectaron asimismo irregularidades como la carencia de autorización sanitaria para la congelación de los productos de las empresas inspeccionadas, si bien gran parte del producto detectado se encontraba congelado por dichas empresas.