Repóquer fiscal de Sánchez: sociedades, banca, tasa google, gasoil y verdes... y Podemos pide más
La subida tributaria que ultima el Gobierno entronca con la compleja aprobación del techo de gasto en el Congreso.
10 julio, 2018 02:10Noticias relacionadas
El Gobierno de Pedro Sánchez va a incrementar la presión fiscal. Es una promesa que está en el programa del PSOE y, por si había alguna duda, la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya ha anunciado, aunque solo en parte, algunos de los nuevos impuestos. El Ejecutivo subirá el impuesto de sociedades, creará el impuesto especial a la banca, pondrá en marcha la vieja tasa google a las grandes empresas tecnológicas y desplegará una serie de tributos verdes, entre ellos el impuesto al gasóleo. Pero el principal socio de Sánchez, Podemos, quiere más impuestos.
La pasada semana Montero sorprendió (por su prontitud) al anunciar el incremento fiscal que ultima el Gobierno. Más en concreto, el Ejecutivo pretende, entre otras cosas, implantar un impuesto especial a la banca -calcado al que propuso Podemos en su momento-, una tasa a las empresas tecnológicas, un tipo mínimo en el impuesto de sociedades que sea del 15 % y una fiscalidad verde que fomente la igualdad, con un fuerte incremento de los tributos al gasoil o con un nuevo gravamen a los residuos tóxicos. Como ya informó EL ESPAÑOL, los bancos y las tecnológicas están alzando la voz contra estas intenciones.
Este incremento de la presión fiscal será progresivo. Porque, por ejemplo, el nuevo impuesto a la banca no se podría incluir en los Presupuestos Generales de 2019, ya que se trata de una figura tributaria de nueva creación que requiere un proyecto de ley que debe ser tramitado en el Congreso. Solo con su modificación del impuesto de Sociedades el Gobierno quiere recaudar 6.500 millones de euros más al año. Con el aumento del tributo al gasoleo, aspira a lograr 600 millones más.
Podemos quiere otras tasas
No es ningún secreto que Podemos, principal socio del Gobierno, quiere más impuestos. Va en su ADN ideológico y nunca lo ha escondido en sus propuestas de política tributaria. Sin ir más lejos, este mismo lunes trascendía que el grupo parlamentario de Unidos Podemos ha registrado una Proposición No de Ley para el "fomento de una alimentación sana y equilibrada" que incluye la petición de un nuevo impuesto para todas las bebidas azucaradas en el mercado.
En la exposición de motivos, recogida por Efe, Podemos recuerda que un 60% de la población española sufre sobrepeso, que el modelo alimentario evoluciona en "sentido contrario" y "el 40 % de la dieta española se basa en alimentos procesados a la mayoría de los cuales se le añaden ingredientes para mejorar sus cualidades organolépticas".
Por ello, en su PNL Podemos insta a "instaurar y hacer efectivo un nuevo gravamen, sobre bebidas azucaradas envasadas" que tenga en cuenta el respeto de las competencias de las comunidades autónomas y circunstancias como "establecer el gravamen de manera progresiva por tramos en función del contenido de azúcar en gramos por cada 100 ml".
El techo de gasto y la difícil negociación
Más allá de las propuestas de Podemos sobre más tributos, el citado repóquer de impuestos del Gobierno entronca en parte con la famosa aprobación del techo de gasto. Está previsto que este mismo viernes el Gobierno lleve al Consejo de Ministros sus planes sobre esta materia. De la forma de afrontar esta cuestión decisiva puede depender, en gran medida, el futuro del Ejecutivo del PSOE. Porque, para aprobar el techo de gasto, Sánchez necesita apoyos en el Parlamento de formaciones políticas cuyas opiniones son muy diferentes en materia tributaria.
El grupo parlamentario de Unidos Podemos quiere más gasto social y reclama al Ejecutivo que no cumpla los objetivos de déficit si es necesario. Este es un objetivo irrenunciable para Pablo Iglesias y sus socios. La pasada semana El Mundo desvelaba que el líder de IU, Alberto Garzón, cifraba en 15.000 millones de euros el aumento en impuestos que debería acometer el Gobierno en el trámite del techo de gasto.
Opiniones muy divergentes tienen en el PNV o el PDeCAT, partidarios de rebajas impositivas. Así, parece que en este asunto el Gobierno se verá obligado, como en la renovación de RTVE, a hacer encaje de bolillos.