Un total de 2.426 inmigrantes han llegado a España por mar en la primera quincena de julio de este año, una cifra que representa más del doble de las producidas en el mismo período del ejercicio anterior, en el que llegaron 1.098, según datos provisionales del Ministerio del Interior.

Del 1 de enero al 15 de julio de este año han llegado a España 16.872 inmigrantes irregulares a sus costas, cifra que supone a su vez un aumento del 120,6 % respecto al mismo periodo del año pasado, cuando lo hicieron 7.649.

Asimismo, en ese tiempo han arribado 690 embarcaciones, frente a las 349 de mismo periodo del año pasado, lo que se traduce en casi el doble de pateras (un 97,7 %).

Salvamento Marítimo ha rescatado este mismo jueves a 131 inmigrantes a bordo de cinco pateras en el estrecho de Gibraltar tras los dos más recientes efectuados a última hora de la mañana.

Las costas peninsulares y Baleares han sido los puntos con un mayor volumen de llegadas durante las dos primeras semanas de julio, 2.326 en 76 embarcaciones, frente a las 1.067 que lo hicieron en 50 barcos de un año antes.

Así, en total 13.360 personas han alcanzado la Península y las islas en lo que va de año, un aumento del 113,6 % respecto a 2017, cuando lo hicieron 6.255.

Melilla es otro de los puntos en donde se han duplicado las llegadas en la primera quincena de julio: 67 personas en dos embarcaciones, frente a las 31 en una patera en el mismo periodo del año pasado.

Hasta ahora, Melilla es uno de los puntos que más han incrementado el número de llegadas irregulares, con 412, un 235 % más que el año anterior, cuando entraron 123.

A Canarias han llegado, en la primera quincena de julio, un total de 33 inmigrantes en tres embarcaciones, lo que eleva la cifra de llegadas a 454 este año, cuatro veces más que en el mismo tramo del 2017.

Por su parte, a Ceuta no ha llegado ningún inmigrante por mar en las dos primeras semanas de julio del 2018; aunque es el punto en donde más se ha incrementado porcentualmente el número de llegadas en 2018, con 253, frente a las 60 del año pasado, un aumento del 321,7 %.

Respecto a la vía terrestre, en lo que va de año han llegado solo un 0,7 % más de inmigrantes: 3.125 personas frente a 3.102 del año pasado, es decir, 23 más.

A Ceuta han entrado 571 personas, un 55,1 % menos que en los seis primeros meses y en las dos primeras semanas de julio del 2017, en el que se registraron 1.272 llegadas.

En cambio, Melilla registra un aumento del 39,6 % del volumen de llegadas terrestres en este periodo, con 2.554 personas frente a las 1.830 del año anterior (724 más).

En total, la suma de las entradas por vía marítima y terrestre en los seis primeros meses del año es de 17.320 inmigrantes irregulares llegados a España, un 81,7 % más que en ese mismo tramo del 2017, que fueron 9.534 (7.786 menos).

Estas cifras se publican un día después de que España autorizase el desembarco de la ONG Proactiva Open Arms en el puerto de Palma de Mallorca, tras rescatar hace dos días a una mujer camerunesa y los cadáveres de una mujer y un niño de un naufragio frente a las costas de Libia.

ACNUR ALERTA DE LA NECESIDAD DE SOLUCIONES

En un comunicado, Acnur ha valorado el acuerdo emprendido entre los gobiernos de Francia, Alemania, Italia, Malta, España y Portugal para gestionar el desembarco, aunque ha recordado que "se necesitan soluciones que vayan más allá de los acuerdos barco a barco".

"Los gobiernos europeos se comprometieron a adoptar un enfoque más colaborativo, previsible, bien gestionado y continuado para atender a las personas rescatadas en el mar. Mientras esto no se ponga en marcha, los acuerdos para las llegadas por el Mediterráneo seguirán siendo soluciones a corto plazo e insostenibles", ha subrayado el responsable de la organización, Filippo Grandi.

Además, la Confederación General del Trabajo (CGT) ha puesto hoy en marcha una campaña, #MásManosMásVidas, con la que pretende "garantizar la salvaguarda de todas las personas en el mar, incluyendo las vidas de quienes las socorren".

Para ello, ha exigido un aumento de las tripulaciones mínimas de seguridad, tanto en las unidades de intervención rápidas (Salvamares) como en los buques y guardamares, embarcaciones de mayor envergadura y radio de acción.

"Ante la grave crisis humanitaria a la que asistimos diariamente en el Mediterráneo, donde miles de personas arriesgan sus vidas y la de sus hijos intentando llegar a las costas europeas, se hace más necesario que nunca dotar de más medios materiales y humanos a las embarcaciones que realizan estas labores", ha indicado la organización en un comunicado.