El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha advertido de que no aceptará "sentencias de escarmiento" en el proceso abierto sobre el 1-O "como si nada" y ha ofrecido al Gobierno de Pedro Sánchez renunciar al "punto de partida" que supuso esa votación a cambio de un "referéndum acordado y vinculante".
Torra afirma que no renuncia a "ninguna opción" para llegar a la independencia cuando se le pregunta si la vía política "unilateral" es todavía una opción.
Esto no supondría desobedecer la ley, agrega a este respecto, sino obedecer "lealmente" las decisiones del Parlamento.
A juicio de Torra, el "problema político" catalán se tiene que resolver "votando", por lo que ofrece la "solución" del referéndum acordado al Estado "por si le parece que puede haber un acuerdo".
"Lo que todavía no sabemos es qué propone el Gobierno de Sánchez", agrega el presidente de la Generalitat, que no obstante aprecia un "cambio evidentísimo" en el nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez con respecto al de Mariano Rajoy, ya que ha podido trasladarle "con toda libertad" al nuevo presidente "cuáles son las vías de solución que vemos".
La causa es una "farsa"
Torra considera una "farsa" la causa contra los líderes políticos catalanes y argumenta que la justicia española tiene un problema "cuando en toda Europa se juzga de una determinada manera y en España se juzga diferente".
El president también se ha referido al nuevo líder del PP: "Pablo Casado cada vez que habla nos amenaza, la mejor respuesta es la indiferencia", afirma.
En una entrevista en La Vanguardia, afirma que solo participaría en un proceso de reforma constitucional si tiene la "garantía" de que se incluirá el derecho a la autodeterminación de Cataluña y augura que no será candidato en unas futuras elecciones porque trabaja "para que vuelva el president Puigdemont": "Sueño con recibirlo en Palau y que sea el presidente de Catalunya. Así que no seré candidato".
Tras exponer que se ha "apuntado" a la Crida, la nueva fuerza política encabezada por Puigdemont, Torra se declara partidario de celebrar "primarias unitarias republicanas" para construir una candidatura ganadora de cara a unas elecciones en las que considera "vital" vencer en la ciudad de Barcelona.
Sobre su socio de Gobierno más incómodo, la CUP, Torra afirma que "nunca es parte del problema, sino de la solución". Ahora bien, dice que le "duele" que le acusen de autonomista.