Un total de 407 millones de euros al año. Esa es la cantidad que la Dirección General de Tráfico (DGT) recauda con los 4,8 millones de multas e infracciones que extiende cada año a los conductores españoles. Según el Tribunal de Cuentas, que ha analizado la contabilidad de la institución pública durante 2015, la mayoría de estos fondos va a parar a manos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Y más en concreto a sus nónimas, a las que se destinan 313 millones de euros anuales procedentes de las sanciones impuestas por agentes y radares de toda España (excepto en Cataluña y País Vasco, donde las competencias están transferidas).
El informe del Tribunal de Cuentas da un toque de atención a la Jefatura Central de Tráfico al considerar que el organismo no aporta los datos "con la fiabilidad necesaria" a la fiscalización del Estado. El citado informe recuerda que según la legislación vigente, el dinero recaudado con las multas de tráfico tiene que ser destinado "íntegramente" a "financiación de actuaciones y servicios en materia de seguridad vial, prevención de accidentes de tráfico y ayuda a las víctimas".
A juicio de los auditores del Tribunal de Cuentas, la información aportada por la DGT impide que se compruebe si la ley se cumple en estos aspectos y el dinero se gasta de forma debida, ya que el organismo no aporta siquiera la base de datos completa de la que se extraen estos números. "Las circunstancias descritas en los dos puntos anteriores impiden dar total fiabilidad a los datos facilitados que, al menos en los campos referidos a cobros y multas pendientes de cobro, no son exactos". De hecho, entre los ingresos y los gastos presentados, hay una diferencia de diez millones de euros. Diez millones cobrados por multas pero que no aparecen por ningún lado en el apartado de gastos.
Menos de medio millón para las víctimas
Según la documentación presentada por la DGT, la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil recibió en 2015 (el año fiscalizado) 356.611.948 euros, de los que 24 millones se dedicaron a inversiones, 14 a "gastos corrientes en bienes y servicios" y el resto a gastos de personal. Además, otros 29 millones sirvieron para financiar los centros de gestión de tráfico, 11 millones a campañas de publicidad y solo 450.000 euros en subvenciones a víctimas de accidentes de tráfico.
El histórico de multas refleja que las sanciones han crecido de forma sostenida entre 2012 y 2015, pasando de 4,1 a 4,8 millones de multas, para bajar de nuevo en 2016, con 4,3 sanciones impuestas.
Según el informe del Tribunal de Cuentas, la Jefatura Central de Tráfico ingresó en 2015 un total de 914 millones de euros. El 45% de ese dinero procede de las multas, pero el 55% restante se consiguió con las tasas que Tráfico cobra por hasta 23 conceptos distintos. El 31% de ese dinero se ingresa por el cambio de titularidad de permisos de circulación, es decir: por las transacciones de vehículos de segunda mano. Eso lleva a la Administración a recibir 172 millones de euros. Además, la Jefatura de Tráfico recibe otros 142 millones por la expedición de permisos de circulación, otros 83 millones por las tasas para obtener cualquier carné de conducir, 73 millones por el paso de vehículos por las ITV y por último otros 44 por la renovación y prórroga de los distintos permisos y licencias de circulación.