Mohamed Hichamy, de trabajador modelo a yihadista abatido en Cambrils
- Los informes laborales que destacan su actitud coinciden en el tiempo con su proceso de radicalización.
- Agentes de la Guardia Civil y del CNI se entrevistaron con el imán de Ripoll antes de los atentados.
Los investigadores llegaron a barajar la hipótesis de que Mohamed Hichamy fuese el líder de la célula yihadista que el pasado 17 de agosto sembró el terror en Cataluña. A sus 24 años, era el más veterano -excluyendo el imán que los adoctrinó- de sus compañeros. Fue abatido en Cambrils. Sobre sus hombros recae buena parte de la planificación de los atentados que segaron la vida de 16 personas. Apenas un año antes, un informe de la empresa en la que se desempeñaba destacaba sus grandes cualidades como trabajador.
"Tiene la formación técnica requerida", "siempre colabora", "es una persona cuidadosa y precisa", "tiene buenas relaciones con todos". Estos son algunos de los calificativos que recoge el informe elaborado sobre Mohamed Hichamy, operario de fabricación especializado en la forja. Trabajaba como operario en una fábrica de Campdevànol (Girona), y los análisis mostraban su buena disposición a colaborar con sus superiores y compañeros.
Este es el último trabajo que se le conoce. De acuerdo a su vida laboral de la Seguridad Social, Hichamy trabajó en cuatro empresas diferentes, ya fuera con un contrato en prácticas o como empleado. Compaginó sus estudios de instalación eléctrica con estos puestos. Además, Hichamy, afincado en Ripoll, tenía el título para utilizar carretillas elevadoras.
El perfil de Hichamy
Los datos de los informes son muy precisos: 178 centímetros de altura, 69 kilos de peso, una talla 42 para sus zapatos, una 40 para los pantalones y una M en su camisa. Pero más reveladores son los datos psicológicos que desprenden estos informes, incluidos en el sumario que instruye la causa: "Se puede confiar en su trabajo, opera de forma autónoma", "trabaja de acuerdo a las normas y aplica toda la formación recibida", "es una persona organizada y sistemática, sin descuidos". Sólo un punto negativo: "Absentismo superior al 3%, poco puntual en su horario de trabajo".
¿Qué llevo a Mohamed Hichamy, ese trabajador de tan buenas aptitudes, a convertirse en uno de los terroristas de Cataluña que sembraron el terror el 17 de agosto de 2017? Los investigadores siempre han puesto sobre la mesa la hipótesis de la radicalización exprés. Una posibilidad en la que jugaría un papel clave Abdelbaki Es Satty, el imán de Ripoll que murió en la explosión de Alcanar.
Fuentes de la lucha antiterrorista advierten de que el proceso que sufrió Hichamy es similar al que afrontaron otros yihadistas en Europa, probablemente compaginando sus frecuentes visitas al imán Es Satty con adoctrinamiento a través de Internet y otras plataformas digitales.
Fichado
En todo este proceso hay una fecha clave: el 20 de enero de 2016. Ese día, Mohamed Hichamy y los hermanos Younes y Houssaine Abouyaaqoub fueron identificados por los Mossos d'Esquadra tras ponerse a rezar a las puertas de una comisaría de Salt (Girona) y negarse a abandonar el lugar, tal y como adelantó EL ESPAÑOL. Los investigadores consideran que podría tratarse de un rito iniciático de algún tipo.
Las fechas, por tanto, se superponen. Mohamed Hichamy ya se había radicalizado cuando se elaboraron los informes que destacan su buena conducta en la empresa. Las fuentes consultadas por este diario ponen de manifiesta la dificultad para detectar a los individuos más radicales, que llevan una doble vida.
El resto de la historia de Mohamed Hichamy ya es conocida: a us 24 años, fue uno de los terroristas que perpetraron los atentados de Cataluña de los que el próximo 17 de agosto se cumplirán un año. Los terroristas arrollaron a la multitud en La Rambla de Barcelona y mataron a 15 personas. Horas más tarde se lanzaron sobre las calles de Cambrils, donde se cobraron otra víctima. Hichamy fue abatido por los Mossos en este último escenario.
Ese fue su plan B: los terroristas, inicialmente, planearon volar la Sagrada Familia de Barcelona o atentar contra los asistentes a un partido de fútbol entre el F.C. Barcelona y el Betis.