El barco Titán Tercero, que fue interceptado en las cercanías del archipiélago portugués de Azores con 2.500 kilogramos de cocaína, ha llegado este lunes al puerto de Las Palmas de Gran Canaria, donde se ha descargado la droga.
El Titán Tercero ha llegado custodiado por el buque de operaciones especiales de Vigilancia Aduanera Fulmar, en una operación conjunta llevada a cabo por agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil, la Ertzaintza y el Servicio de Vigilancia Aduanera.
El barco, que portaba 2.500 kilos de cocaína para introducirla en Galicia, fue interceptado en alta mar el pasado 7 de agosto, por el GEO de la Policía Nacional y el patrullero del Servicio de Vigilancia Aduanera en la operación Barrancabermeja, en la que se detuvo a 22 personas, entre ellos al patriarca del clan de los Charlines y a su hijo.
El estupefaciente tenía como destino final las costas gallegas, y al día siguiente del abordaje se desarrolló un amplio dispositivo policial que permitió desmantelar una importante organización de narcotraficantes.
La embarcación, un remolcador llamado en esos días Zumaia II, fue detectada inicialmente en Bilbao en septiembre de 2016, y se inició una investigación conjunta entre la Guardia Civil y la Ertzainza, coordinada por el juzgado de instrucción número 4 de San Sebastián, que permitió averiguar los movimientos del barco y que su único objetivo era el transporte de grandes cantidades de droga, ha indicado el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas, Ricardo Arranz.
La mayoría de los componentes de esta estructura delictiva estaban asentados en el sur de España y ofrecían el barco al mejor postor.
Desde Bilbao, la embarcación se desplazó a Galicia, donde recaló inicialmente en A Coruña y posteriormente en el puerto de Vigo.
Allí fue detectado por Vigilancia Aduanera, que a mediados del año 2017, inició también una investigación sobre el remolcador en coordinación con la Guardia Civil y la Ertzainza.
Desde esa fecha hasta principios de este mes de agosto, cuando fue abordado, siguió múltiples desplazamientos; al sur de la península, a Marruecos, a Libia, a Dakar y nuevamente a Vigo, en busca de potenciales narcotraficantes que requirieran sus servicios.
Durante este periplo cambió su nombre a Titán Tercero con la finalidad de dificultar su investigación.
En este último atraque en Vigo, en mayo de 2017, ofreció sus servicios a una organización delictiva que estaba siendo investigada por la Policía Nacional, por lo que este cuerpo policial se coordinó con el grupo de trabajo que ya estaba investigando las actividades de la embarcación.
Así se tuvo conocimiento del viaje de la embarcación Titán Tercero hasta el otro lado del Atlántico, una ruta bastante inusual para este tipo de embarcaciones.
Los agentes sospecharon que, durante su estancia allí, tenía pensado realizar la carga de la cocaína.
Por ello, se estableció un operativo aeronaval y, tras desplazarse el patrullero Fulmar del Servicio de Vigilancia Aduanera a la zona, se localizó la embarcación, un remolcador de veintiocho metros de eslora, cuando se encontraba navegando rumbo a Galicia.
En la madrugada del 7 de agosto, y a unas 300 millas aproximadamente de Canarias, cerca de Azores, miembros del GEO de Policía Nacional a bordo del Fulmar abordaron la embarcación.
La maniobra de abordaje fue complicada por el mal estado de la mar, pero el hecho de que los cuatro tripulantes estuvieran en la sala de máquinas debido a un fallo mecánico facilitó la operación, ha indicado la delegada de la Agencia Tributaria en Canarias, Carmen Guillén, quien ha destacado la colaboración y el entendimiento de todos los cuerpos implicados en ella.
Los cuatro tripulantes, dos españoles y dos senegaleses, fueron arrestados.
Al día siguiente, y como consecuencia de la aprehensión, se pudo desarticular la parte de la organización asentada en Galicia.
La Policía Nacional realizó un total de 23 registros y arrestó a 25 personas en Galicia (21), Toledo (2), Málaga (1) y Huelva (1).
Entre los arrestados están los tres tripulantes de un pesquero que, presuntamente, se encargaría de hacer llegar la droga definitivamente a la costa gallega.