Guardias civiles piden usar material antidisturbios en Ceuta y Melilla: "Nuestras vidas están en juego"
- El asalto de Ceuta en el que resultaron siete agentes heridos eleva de nuevo las peticiones de los agentes: "Hay que mirar el problema de frente".
- "La situación es insostenible", afirman los guardias civiles, que también piden más medios humanos.
- Mazos, cizallas y botellas de excrementos: las 'herramientas' de los inmigrantes para saltar la valla.
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La sensación que tienen es de estar atados de pies y manos. Cada asalto despierta sus inquietudes y mascullan que su propia integridad está en juego: "¿Hasta cuándo?", se preguntan los guardias civiles. Este miércoles, siete de sus compañeros resultaron heridos en Ceuta, después de que más de 200 personas se abalanzasen sobre la valla. "No son hechos aislados, nuestras vidas están en juego", lamentan. "Aquí apenas tenemos medios para responder; materiales y, lo que es peor, tampoco humanos". No en vano, consideran que Ceuta y Melilla -junto al agujero del narcotráfico de Algeciras- son los peores destinos en los que desempeñarse. "Y no podemos utilizar material antidisturbios".
Están cansados y lanzan sus quejas al Gobierno y al Ministerio al que dependen, Interior. No son protestas partidistas o nominales; igualmente se lo piden a Fernando Grande-Marlaska como lo hicieron con su predecesor en el cargo, Juan Ignacio Zoido. La respuesta del Ministerio: ya se han reforzado los puestos de Ceuta y Melilla con seis módulos de intervención rápida (un total de 120 agentes) y un helicóptero.
Para mejorar la seguridad y la gestión de la inmigración en #Ceuta, la @guardiacivil se ha reforzado desde finales de julio con:
— Ministerio Interior (@interiorgob) 22 de agosto de 2018
3 Módulos de Intervención Rápida, con 60 agentes.
Y en #Melilla también:
Otros 3 módulos y un helicóptero.
Más info https://t.co/itHYhBbgjX pic.twitter.com/qhsdwleFMC
Pero las principales asociaciones de guardias civiles coinciden en que no es suficiente. Que son sus vidas las que están en juego. Y se preguntan "hasta cuándo" se van a producir situaciones como la de este miércoles. O la del pasado 26 de julio, cuando 600 personas se lanzaron contra la valla en un episodio en el que resultaron heridos 22 guardias civiles y 132 migrantes. Situaciones que, según juzgó la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, responden "a una escalada que venía larvándose desde hace tiempo".
"Que no miren de lado"
"Es otro día más con el mismo escenario en un nuevo asalto. Los datos hablan de siete agentes heridos, pero podían haber sido mucho más. Les han lanzado piedras y ácidos, excrementos y orina". Habla José Manuel Manrique, portavoz estatal de la Unión de Guardias Civiles en conversación con EL ESPAÑOL. Lanza un "llamamiento" al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al ministro del Interior, Grande-Marlaska: "Que no miren de lado, que miren de frente a lo que sucede ahí abajo, en la frontera".
El portavoz de la Unión pide que se dote de "medios humanos y materiales" a los destacamentos de Ceuta y Melilla: "Juegan con la vida de la gente y nuestros abogados van a denunciar los hechos que han tenido lugar este miércoles: han herido a siete compañeros". Además de más personal, ¿qué pueden necesitar los agentes? "Materiales antidisturbios", resuelve Manrique; especialmente más material protector para cubrirse de los ataques. "No se pueden utilizar pelotas de goma, pero ellos sí pueden agreder a los agentes impunemente".
"Prácticas agresivas"
De un modo similar se expresa la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC): "Reclamamos que se permita el uso de medios para el control de masas, como escudos que puedan repeler los productos que arrojan contra ellos, y material antidisturbios que contenga estas entradas masivas. De lo contrario, desde AUGC nos tememos que esta escalada de violencia pueda llegar a poner incluso en peligro la vida de algún agente", señalaron a través de un comunicado.
Según la valoración de esta asociación, estas personas utilizan "prácticas cada vez más agresivas", desde "objetos punzantes de fabricación propia" hasta "lanzallamas caseros", poniendo "en riesgo creciente la integridad de los guardias civiles". Los sentimientos de los agentes son de "rabia" e "impotencia".
Las medidas concretas de la AUGC se traducen arreglar "los problemas que afectan a las cámaras de seguridad", reforzar el dispositivo con más agentes y dotarles de vehículos y material "adecuados".
"¿Hasta cuándo?"
La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) lanza varias preguntas que sostienen su única certeza: "La situación es insostenible". "¿Hasta cuándo? ¿Para cuándo los medios personales y materiales necesarios? ¿Por qué en Ceuta o en Melilla, donde son atacados de forma cada vez más coordinada, organizada y violenta, no [llegan estos refuerzos]? ¿Por qué no se pueden defender?".
Desde APROGC también inciden en el personal, que consideran "claramente insuficiente". Y hablan de los medios de los que disponen, "que legalmente pueden utilizar" en "manifestaciones, concentraciones y ataques" pero no en Ceuta y Melilla. Se refieren al material antidisturbios.
El personal que presta servicio de protección en la frontera es claramente insuficiente.
Los guardias civiles disponen de medios que legalmente pueden utilizar y que, de hecho, utilizan en manifestaciones, concentraciones y ataques, que sufren en otros lugares.
En resumen, piden que se tomen medidas y, sobre todo, que se tomen ya: "Que no tengamos que esperar y lamentar un suceso de consecuencias fatales para empezar a tomar medidas".