Crece el escándalo del CIS: la cocina de Tezanos ya regala al PSOE 7 puntos de ventaja de más
- Según los expertos consultados por EL ESPAÑOL, el sondeo es "un fraude" ya que pretende "influir en el ánimo del electorado de un modo chusco".
- El CIS de Tezanos otorga al PSOE el 30,5% y coloca al PP de Casado por encima de Cs
- La preocupación por la independencia de Cataluña se duplica con Sánchez en la Moncloa
La famosa cocina de Tezanos lo ha vuelto a hacer. Este martes se ha publicado el segundo barómetro del CIS con estimación de voto desde la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa y, de su mano, de José Félix Tezanos a la institución demoscópica pública. El hasta hace tres meses secretario de Estudios y Programas del PSOE ha consolidado su nueva metodología para elaborar los resultados finales de la encuesta y ha regalado siete puntos de ventaja a los socialistas sobre los 'populares'.
Las críticas de la oposición tras publicarse los resultados han reflejado el descontento de PP y Cs con la "nula fiabilidad" del instituto público. Así, Dolors Montserrat, portavoz parlamentaria 'popular' no dio credibilidad a la encuesta del CIS porque este órgano se ha convertido en el "apartado de campaña" del PSOE. Es más, Montserrat ha emplazado a Sánchez a convocar elecciones si le va tan bien en los sondeos.
Por parte de Cs, José Manuel Villegas también otorgó "cero credibilidad" a una encuesta, dijo, "hecha a medida" por el "gurú sociológico" del presidente Pedro Sánchez.
Y es que, más allá de los sondeos internos que manejen ambos partidos, los expertos consultados por EL ESPAÑOL concluyen que, a la luz de los datos de intención directa de voto, al PSOE "le han subido casi 5 puntos y al PP le han bajado casi tres".
Las fuentes consultadas explican que los factores correctores que utilizan las empresas demoscópicas son siempre muy similares: se basan precisamente en minimizar las diferencias entre el resultado efectivo en las últimas elecciones y el recuerdo de voto que presenta la encuesta, además de imputar a los indecisos.
Según los cálculos de las citadas fuentes, con una cocina "normal", al PSOE le correspondería una estimación de voto de 25,6%; al PP del 23,5%, Ciudadanos debería recibir un 20,1% y Unidos Podemos 17,6%. La diferente aplicación de esos factores correctores explicaría unas diferencias de alrededor de "un punto, según los algoritmos de cálculo utilizados, o que se haya metido o no la simpatía en la 'cocina' final".
Sin embargo, esa horquilla se cumple en todos los partidos salvo en los dos primeros, al PSOE se le sobredimensiona en 4,9 puntos porcentuales y al PP se le arrebatan hasta 2,7. Por esta razón, las fuentes reclaman que el CIS haga público su sistema de cálculo o se limite "a dar los datos brutos, sin estimaciones, y que cada medio, universidad o experto saque sus estimaciones".
Los datos del CIS, lejos de la media de las encuestas privadas
El escándalo de las cifras cocinadas por Tezanos para el CIS, que además anunció esta misma semana que pasará a publicar este barómetro de intención de voto de manera mensual en lugar de trimestral, crece aún más cuando se comparan sus resultados con los de las últimas encuestas publicadas por los medios de comunicación.
Desde Cs, Villegas ha exigido la comparecencia de Tezanos en el Congreso para explicar el cambio de periodicidad y ha acusado al sociólogo de no conformarse de "manipular encuestas" cada tres meses sino cada mes, sin tener en cuenta que cada sondeo cuesta, según sus cálculos, "250.000 euros".
EL ESPAÑOL ha trazado la media de las siete últimas, publicadas desde el 30 de agosto y el empujón al Partido Socialista está fuera de toda duda. Los datos de ese promedio son homogéneos con los calculados por los sociólogos consultados por este periódico: al PSOE le sale un dato del 26,3%; al PP del 24%; Ciudadanos sumaría 21,5% y Unidos Podemos 16,6%.
Todos estos datos promedio son compatibles con la cocina "normal" de nuestros expertos, razón por la que concluyen que el barómetro de septiembre es "un fraude y un intento de engaño grave" ya que se advierte una intención de "influir en el ánimo del electorado de una manera, además, chusca".