Manuel Valls ha hecho un llamamiento a la unidad en torno a su candidatura a la alcaldía de Barcelona para conseguir hacer de la ciudad "una capital global y no la capital de la hipotética república catalana". Manuel Valls, que ya cuenta con el apoyo de Ciudadanos, dice esperar que pronto se unan más formaciones políticas. "Que haya un partido como Cs que me apoye es una fuerza, y yo aspiro a que otros se sumen y miren el interés general, no el interés particular", ha dicho.
Valls ofrece su candidatura como plataforma de encuentro entre las distintas formaciones: "La izquierda y la derecha tienen una oportunidad. Yo me ofrezco. Tenemos que ser generosos".
El candidato ha defendido que la actual situación de Cataluña y de España solo se puede solucionar uniendo esfuerzos por parte de los partidos constitucionalistas: "Todos los que piensan igual sobre europa, inmigración, libertad, democracia, unidad de España, todos tiene que ir juntos, hablar y pactar. Y en España hay una división artificial porque los partidos miran primero sus intereses y eso debe acabar".
Manuel Valls ha atacado al "sectarismo catalán", que ha comparado con el resurgir de la extrema derecha en Europa: "Cuando me dicen cosas como que me vaya a mi casa me acuerdo del discurso de la extrema derecha en Francia, de lo que le dicen a los franceses de origen africano. ¿Cómo que me vaya a mi casa? Barcelona es mi casa. Es la casa de todos los que vivimos y trabajamos en la ciudad. Lo otro es supremacismo y racismo".
Para Manuel Valls, los efectos de la crisis económica han desatado una crisis identitaria que "no ha sido detectada a tiempo por los distintos gobiernos" y eso ha propiciado la llegada de "populismos que pueden acabar con la izquierda en Europa".
El candidato ha resaltado también la necesidad de crear una política en Cataluña que proteja el bilingüismo, diciendo que "arrinconar el castellano es un error grave y aislar a Barcelona de Europa".