"Gracias a los CDR, que apretáis". El público comenzó a aplaudir. Sant Julià de Ramis (Girona), por la mañana. "¡Y hacéis bien en apretar!", añadió a continuación Quim Torra, el president de la Generalitat. En plena jornada de caos e incidentes para conmemorar el referéndum ilegal del 1 de octubre, mientras los autodenominados Comités en Defensa de la República cortaban calles y carreteras, la máxima autoridad del Estado en Cataluña lanzó un inequívoco mensaje de apoyo e incitación a estos grupos, que el sábado pusieron contra los cuerpos a los Mossos d'Esquadra de la Generalitat.
Torra dio inmediatamente luz a una nueva polémica. ¿Cómo es posible que el máximo jefe de los Mossos apoye a los que se enfrentaron violentamente a la Policía autonómica? Los CDR son considerados como los grupos más violentos dentro del independentismo. Cercanos a la CUP y a su organización juvenil, Arran, han provocado numerosos cortes en carreteras y arterias de ciudades importantes en el último año. También han asaltado estaciones de ferrocarril, llegando a ocupar las vías, o han cercado la delegación del Gobierno.
Tensos momentos en el Parlament
Dicho y hecho. Por la noche, numerosos manifestantes asediaron el Parlament, en el parc de la Ciutadella, donde los parlamentarios que preparaban el pleno de esta semana tuvieron que salir escoltados. La que más insultos recibió fue, como es habitual, la líder de la oposición y de Ciudadanos, Inés Arrimadas.
La tensión fue tal que los Mossos tuvieron que refugiarse dentro del edificio del Parlament, cerrado a cal y canto, ante la dificultad para contener a los manifestantes. Torra y Roger Torrent, el president de la cámara autonómica, acudieron a recibir a los manifestantes, pero se llevaron abucheos. "¡Desobedeced o dimitid!", se leía en una pancarta.
Ante las palabras de Torra, PP y Cs no tardaron en reaccionar. No así el Gobierno, que permaneció callado salvo por el recordatorio a Torra de Josep Borrell, el ministro de Exteriores, de que debe mantener el orden público. "Todas las autoridades, cada una desde su posición institucional y sus competencias, deben contribuir en la llamada a la serenidad y al orden", dijo el jefe de la diplomacia.
Desde Ferraz, el número tres del PSOE, José Luis Ábalos, restaba importancia a las palabras de Torra, asegurando que lo que a él le preocupan son hechos que no se han producido.
Lo que no escuchó Ábalos
"No he escuchado al president de la Generalitat incitar a la violencia. Igual no he escuchado bien. Sería un ejemplo de fake news. Si no lo ha dicho y se dice...", ironizó Ábalos, también ministro de Fomento. "Estamos, un año después [del 1-O], algo mejor. Hemos abierto una puerta y, por lo tanto, expectativas a la política", dijo antes de rechazar los llamamientos de PP y Cs a aplicar de nuevo el artículo 155 de la Constitución. Según él, no se puede poner en marcha sólo porque Torra diga frases que no gustan a Pablo Casado y Albert Rivera.
La presidenta de Andalucía y líder del PSOE en la comunidad, Susana Díaz, condenó la violencia en su cuenta en Twitter:
Las palabras de Torra han llevado a PP y Cs a recrudecer su discurso contra Sánchez. "Cataluña es hoy un territorio sin ley donde los radicales separatistas acosan a los constitucionalistas, asaltan edificios públicos, cortan calles, carreteras y vías... Y todo ello alentado por Torra. ¿Hasta cuándo esta humillación? ¿Dónde está Sánchez?", se preguntó Rivera.
Cs pidió la comparecencia urgente del presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados y más tarde se unió el PP. "Torra acaba de apoyar la kale borroka de los CDR. Sánchez ya no tiene excusa para no activar el artículo155 o convocar elecciones generales. Si no, o es un incompetente o es cómplice de los golpistas y en ambos casos queda inhabilitado para gobernar España", dijo Casado.