Pedro Sánchez vuelve a tirar de la exdiputada socialista y de UPyD Irene Lozano para colocarla en un puesto de altura. Si su inclusión en las listas como número cuatro por Madrid no sentó nada bien, su nombramiento como directora de Marca España va a volver a levantar ampollas y más cuando el Gobierno pretende reformarlo y reconvertirlo casi en una secretaría de Estado.
El presidente del Gobierno ha vuelto a confiar en Lozano, que dimitió en 2016 como diputada socialista alegando motivos profesionales, para realizar toda la reforma que pretende en este organismo.
En realidad, Irene Lozano sufrió la presión de parte del partido socialista para que no siguiera en la lista puesto que fue siempre muy crítica con la corrupción en Andalucía.
Ahora, Lozano sustituye al empresario Carlos Espinosa de los Monteros que ya había comunicado que no quería seguir al cargo de Marca España.
Según una respuesta parlamentaria de la que informó Europa Press el pasado fin de semana, el Gobierno quiere que la imagen de España en el exterior tenga más iniciativa y "eficacia", por lo que va a dotar de un presupuesto al organismo, cuando ahora bebe de distintas partidas, aunque la asignación está aún por decidir puesto que tiene que aprobarse en los presupuesto del próximo año.
De hecho, han cambiado hasta el nombre que ahora se llamará España Global, según el acuerdo entre Josep Borrell y el mismo Pedro Sánchez.