La manifestación del pasado sábado convocada por MosS.O.S. fue la gota que colmó el vaso. Al menos, eso consideran desde sectores separatistas de los Mossos d'Esquadra. La escena de sus compañeros aplaudiendo a los agentes de la Policía Nacional en la barcelonesa Vía Laietana no les fue fácil de digerir. Consideran que es la imagen de la ruptura, de unos colegas que abogan por la defensa de la Constitución frente a los planes de la república catalana. Y ante ese choque de intereses incompatibles, exigen su purga.
Las grietas dentro del cuerpo autonómico se han hecho evidentes al mismo ritmo que han avanzado los acontecimientos políticos de los últimos meses. La celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 marcó un antes y un después: frente a las órdenes dadas por los mandos de apenas intervenir en las escuelas en las que se instalaron las urnas, hubo agentes que vieron con incomodidad las tensiones vividas con la Guardia civil y la Policía Nacional.
La pasarela a GC y PN
Aquellos hechos desencadenaron una avalancha de peticiones de mossos que plantearon al Ministerio de Interior su incorporación a los dos cuerpos nacionales. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) aseguró que había recibido muchas solicitudes en este sentido y que no querían "darles la espalda". Por eso, desde esta asociación -así como otros sindicatos policiales u organizaciones del Instituto Armado-, solicitó que se facilitase una pasarela para el trasvase de agentes desde la policía autonómica a los otros cuerpos.
No son pocos los mossos que se formaron dentro de la Guardia Civil o de la Policía Nacional y que se incorporaron al cuerpo autonómico desde su creación. Muchos de ellos solicitaron su regreso a las instituciones nacionales ante las crecientes tensiones políticas de Cataluña.
Desde el Ministerio de Interior, entonces dirigido por Juan Ignacio Zoido, no vieron este trasvase con buenos ojos. Temían que los Mossos d'Esquadra quedasen descapitalizados de aquellos agentes dispuestos a defender la Constitución española.
"A Melilla"
Ese es precisamente el objetivo que persigue el núcleo separatista de la policía autonómica: que los agentes que no comulgan con sus ideas abandonen el cuerpo. Esa reivindicación ha sido canalizada por la asociación Mossos per la Democràcia, que el pasado sábado calificó de "vergüenza" los aplausos que brindaron sus compañeros a la Policía Nacional en el transcurso de una manifestación en Barcelona por sus condiciones laborales. Enric Alsina Illa, portavoz de la asociación, consideró que ese gesto era un "insulto" al pueblo catalán y un apoyo al "sector fascista y nacionalista español". Por eso pidió que esos agentes se marchasen "a Melilla".
Esas son las declaraciones públicas. Según ha sabido EL ESPAÑOL, esa voz se ha hecho llegar hasta ciertos mandos de los Mossos d'Esquadra. Exigen la purga de los mossos que defienden la Constitución española para alcanzar los fines de una república catalana independiente.
Los Mossos d'Esquadra, para pesar de muchos de sus agentes, han acaparado un fuerte protagonismo en las últimas fechas. Un sector de ellos, principalmente asociado al Área de Brigada Móvil de los Mossos (BRIMO, equivalente a los antidisturbios) recriminaron a sus mandos el "abandono" ante situaciones críticas. Hablaban de sus intervenciones (y de las agresiones que sufrieron) ante los radicales en las calles de Barcelona. Como ejemplo, el intento de asalto del Parlament de Cataluña el pasado 1 de octubre.
Los Comités de Defensa de la República (CDR) ya han declarado la guerra a los Mossos d'Esquadra: "A los fascistas se les combate". Los sectores separatistas de la policía autonómica creen que, sin sus compañeros leales a la Constitución, no habría esas grietas para esbozar la república catalana. Por ello, piden su purga.