La exministra socialista Carmen Alborch ha muerto este miércoles a los 70 años, según ha confirmado Adriana Lastra, actual portavoz de ministro. Alborch fue titular de Cultura en el último Gobierno de Felipe González y su destacada trayectoria como política y senadora la han convertido en una de las figuras más importantes del PSOE. Ocupó el Ministerio de Cultura entre 1993 y 1996, en el último Gobierno de Felipe González.
Doctora en Derecho y Profesora Titular de Derecho Mercantil, su pasión por la cultura le llevó a dirigir el Instituto Valenciano de Arte Moderno(IVAM), el primer puesto que le dio proyección y visibilidad a su destacada carrera profesional.
Fue entonces, en 1987, cuando Alborch entró oficialmente en política. Estaba a punto de irse a Nueva York para estudiar propiedad intelectual y le llamó el entonces conseller de Cultura de la Generalitat Valenciana, Ciprià Císcar, para ofrecerle la dirección general de Cultura, y decidió cambiar el decanato de la Facultad de Derecho por la Conselleria.
Tras su etapa en el último Ejecutivo socialista, encadenó varias legislaturas como diputada y senadora hasta que Zapatero la recuperó como valor político en las municipales de 2007, año en el que disputó la Alcaldía de Valencia a Rita Barberá en un importante duelo electoral.
Alborch ha sido además una destacada militante feminista y ha recibido numerosos premios por su lucha por la igualdad entre mujeres y hombres como el Premio de Mujeres Progresistas, Premio Meridiana de la Junta de Andalucía, Premio Rosa Manzano 2007 o el Premio de Gabriela Sánchez Aranda 2009.
El feminismo debería ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
La última aparición pública de Alborch fue el pasado 9 de octubre, fiesta de la Comunidad Valenciana, cuando recibió la Alta Distinción de la Generalitat. El Consell destacaba entonces la "impecable trayectoria" de Alborch, recordando que fue la primera decana de la Facultad de Derecho de la Universitat de València y la primera ministra valenciana de Cultura.
Comprometida y feminista
"El feminismo, como ha mejorado la calidad de vida de todos los ciudadanos y ciudadanas, debería ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad", dijo en aquel acto institucional el 9 d'Octubre en presencia, entre otros, del presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez; y del jefe del Consell, Ximo Puig.
En todas sus responsabilidades trabajó por avanzar en una igualdad donde todavía existen, según aseguraba, "las brechas y los infiernos", y de hecho confesó que la primera y la única vez que lloró en el Congreso de los Diputados fue cuando se aprobó la ley contra la violencia de género de 2004.
En su faceta de autora, además de diversas obras especializadas relacionadas con el Derecho Mercantil, es responsable de títulos como Solas, gozos y sombras de una manera de vivir (1999); Malas, rivalidad y complicidad entre mujeres (2002); Libres, ciudadanas del mundo (2004), La ciudad y la vida (2009) y Los placeres de la edad (2014).
Alborch dejó la primera línea de la política tras las elecciones generales de 2016 y se reincorporó como profesora honoraria a la Universitat de València, donde volvió a cerrar un círculo y desveló uno de sus aprendizajes vitales: "El profundo secreto de la alegría es la resistencia".
Poco después de conocerse la noticia de su fallecimiento, numerosas personalidades de la política y la cultura española. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado sus condolencias a la familia y ha recordado su figura a través de un mensaje en Twitter. "Nos queda su ejemplo de lucha", ha dicho Sánchez.
Al mismo tiempo, el socialista José Blanco, ha destacado el gran "compromiso social" de Alborch.
La presidenta andaluza, Susana Díaz, también se ha despedido de Alborch subrayando que estuvo "a la vanguardia" de muchas cosas.